Necrológicas

La pandemia le arruinó el negocio sexual así que optó por cultivar marihuana y vender cocaína

Jueves 11 de Marzo del 2021

Compartir esta noticia
5,427
Visitas

Vecinos de la población Juan Williams, que estaban cansados de sentir olor a marihuana y de ver tanto movimiento de gente que entraba y salía de una vivienda en actividad sospechosa, decidieron finalmente llamar al fono 135.

Carabineros, a través de la sección OS-7, tomó el caso y comunicó de inmediato a la Fiscalía, que dispuso la respectiva orden de investigar.

Las aprehensiones de los vecinos concluyeron con la detención de tres personas, dos hombres y una mujer, que ayer fueron enviados a la cárcel a cumplir prisión preventiva por los tres meses que dure la investigación.

María Susana de las Mercedes Navarro, Jonathan Bustamante Puchi y Fernando Puchi Riquelme fueron formalizados por la fiscal Wendoline Acuña como autores de los delitos de tráfico ilícito de drogas y de plantación, cultivo y cosecha, sin autorización, de Cannabis sativa.

El OS-7 logró establecer que la persona denunciada era una conocida trabajadora sexual, que mantenía un domicilio para tales efectos en conjunto con otras mujeres. Arrendaban piezas en una vivienda de calle Mardones Nº 0465, donde ofrecían servicios sexuales y venta de cocaína a diferentes clientes que solían frecuentar el cabaret clandestino, como lo denominó la policía.

Además, en otro domicilio de la misma población Williams, en calle José Robert 0447, tenía un cultivo de plantas de marihuana a través del sistema conocido como “indoor”, utilizando a dos hombres para la mantención y cuidado de las plantas.                   

Cuando la imputada llegaba a uno de los domicilios le informaron sobre la investigación, allanándose a cooperar y permitir el ingreso de los agentes policiales que encontraron cuatro dependencias completamente habilitadas para los fines de cultivo. Incautaron 154 plantas de Cannabis sativa y ahí se encontraba uno de los hombres al cuidado de las mismas.

En el segundo domicilio, el can detector de drogas marcó una cartera la que tenía 66 bolsas dosificadas de nylon transparente, cada una con 0,8 miligramos de cocaína, más un trozo blanco cristalino, con un peso total de 360 gramos 400 miligramos. Incautaron $21.000 y especies para pesar y dosificar la marihuana.

En el segundo domicilio un tercer sujeto se preocupaba de la protección de la droga y ayudaba al cultivo de las plantas de Cannabis. Y aprovechando sus conocimientos como constructor realizó modificaciones de las piezas para convertirlas en invernaderos, siendo detenido en el mismo lugar de los hechos. 

En la declaración que la mujer entregó a Carabineros, confesó dedicarse al comercio sexual. Con el tiempo optó por independizarse. Alquiló una segunda casa, en José Robert, y subarrendaba piezas, pero la pandemia disminuyó fuertemente los ingresos y las niñas que trabajaban con ella dejaron de venir a Punta Arenas.

Buscó “reinventarse” y se fue por el lado de la droga. El 8 de enero de este año viajó a Concepción y por un millón y medio de pesos compró 370 gramos de cocaína, la que dosificó para vender en pequeñas bolsitas.

Parte de esta droga la entregaba a taxistas que se encargaban de repartirla.

Y los hombres detenidos le ayudaban a cultivar la plantación de marihuana.

Comisario

El jefe de la Primera Comisaría, mayor Alejandro Lepín, dio cuenta que esta incautación de drogas duras permitió sacar de circulación 451 dosis de clorhidrato de cocaína, con valores que podrían llegar a los 9 millones de pesos, sin contar las 154 plantas maduras de Cannabis sativa.

Aunque el abogado defensor de los tres imputados, José Miguel Navarrete, pidió declarar ilegal la detención por la vía de invalidar la denuncia anónima de los vecinos, no lo consiguió, como tampoco impedir que los enviaran a la cárcel a cumplir prisión preventiva.