La importancia de la lectura en pandemia

La conmemoración del Día del Libro y del Derecho de Autor fue declarada por la Unesco en 1995 y se  instituyó un 23 de abril porque dicha fecha es altamente simbólica en la literatura universal ya que coincide con la muerte de tres de los más grandes escritores en 1616: Miguel de Cervantes, William Shakespeare y el Inca Garcilaso de la Vega.

Como otras fechas conmemorativas, las dos últimas celebraciones del Día del Libro han estado marcadas y, en cierta forma, minimizadas por la pandemia y su conjunto de restricciones, que han imposibilitado dar mayor realce y difusión a una efeméride tan importante.

Pero, precisamente en un ambiente en que, a ratos, ha reinado el pesimismo, la ansiedad, el temor y la depresión, surge la lectura como un ejercicio de salud mental, vigorizador y capaz de incitar la imaginación y la esperanza.

De hecho, si regresamos a los tres escritores mencionados, nos legaron obras paradigmáticas y consideradas por los expertos como únicas y fundamentales: “El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha” (Cervantes), “Hamlet” (Shakespeare); y “Comentarios reales de los Incas” (De la Vega). Todas ellas refuerzan cuán importante es la lectura y cuánto aporta ésta a la libertad del hombre.

La lectura es una de las mejores habilidades que deben inculcarse a los niños y niñas, pues los acompañará toda la vida. Como una piedra angular del conocimiento, siempre será un ejercicio que, además de ilustrarnos, tendrá un efecto terapéutico y es un espacio que puede fomentar la creatividad y los sueños, combatir la sensación de aislamiento y soledad y fortalecer nuestro mundo interior.

Leer aleja el estrés y estimula la actividad cerebral. Por ello, más que nunca en tiempos pandémicos, es relevante fomentar la lectura y regalar obras literarias. Será la mejor forma de conmemorar el Día del Libro y, al hacerlo durante todo el año, ayudará a nuestro ser a sortear con mayor sosiego mental estos tiempos tan difíciles y que tanto han afectado nuestra salud mental.