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10 jóvenes detenidos por fiesta clandestina al interior de departamento de 25 metros cuadrados

Miércoles 28 de Abril del 2021

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La autoridad sanitaria ingresó junto a Carabineros y PDI al lugar

“¡No le pongan tanto color!”, reclamaban mientras eran conducidos al cuartel policial

En una labor conjunta entre la autoridad sanitaria (seremi de Salud) personal de Carabineros y de la PDI se procedió a detener a diez jóvenes que sin respetar las normas sanitarias se encontraban bebiendo y haciendo ruidos molestos al interior de un departamento que uno de ellos había arrendado.

Pasadas las 11,30 horas de ayer personal de la seremi de Salud junto a funcionarios de la policía uniformada y civil llegó hasta el inmueble ubicado en calle Domeyko Nº767, donde en un departamento interior se encontraban 10 jóvenes de entre 25 a 32 años (seis varones y cuatro mujeres), que sostenían una ruidosa fiesta en medio de la ingesta de bebidas alcohólicas.

Al mediodía se recepcionó la autorización de la autoridad sanitaria para ingresar al inmueble. El procedimiento se retraso por 20 minutos antes que saliera el primer detenido, debido a que se les debió equipar con guantes y mascarillas.

Los jóvenes se encontraban sin respetar el aforo máximo que permite el Plan Paso a Paso en su Fase dos, de cinco personas como máximo, al interior de un recinto cerrado.

Los detenidos -manifiestamente ebrios- al ser trasladados a los carros policiales para ser llevados al cuartel de carabineros vociferaban “¡No le pongan tanto color, no es para tanto!”.

Tras ser confirmados sus domicilios quedaron en libertad, aunque apercibidos de citación por parte de la Fiscalía. Por su parte, la seremi de Salud inició un sumario sanitario en contra de todos ellos.

Grave situación

La jefa (s) de la oficina provincial de la seremi de Salud, Carolina Ripa, dijo que los jóvenes al momento de ser detenidos calificaron como un “show” el despliegue efectuado por la autoridad.

Expresó que “existen personas que todavía no comprenden ni dimensionan la situación de pandemia que estamos viviendo y que esto es complejo y grave. Como funcionarios públicos estamos cansados de ver que la gente no cumple con las medidas sanitarias. No es un capricho de nosotros, sino que es algo que debemos hacer para que podamos salir de esta compleja situación”.

Por su parte, el subcomisario de los Servicios de la 2ª Comisaría de Carabineros, teniente Arturo Alvarado, señaló que la detención de los jóvenes de nacionalidad chilena se produjo por la infracción al artículo 318 del Código Penal.

Indicó que “Carabineros procedió conforme al cumplimiento de los protocolos, resguardando la integridad tanto del personal de salud, de los propios detenidos y del personal policíal, tomando en cuenta que ninguno de nosotros está ajeno a contagiarse de esta enfermedad”.

Agregó que el objetivo no era detener personas por fiestas clandestinas, sino que se buscaba que éstas no se realicen por el peligro que conllevan, al exponer la vida de los propios participantes, de sus familiares y del resto de la población.

Propietario del inmueble

Desde hace cuatro años, impulsado por el auge del turismo, Carlos Montiel construyó cuatro departamentos de 25 metros cuadrados cada uno, para albergar como máximo a dos personas, los cuales hoy los tiene con arrendamiento mensual.

Indicó que había empezado a tener problemas con uno de sus arrendatarios desde hace dos semanas, quien ingresaba personas al lugar para beber, fumar y poner música en alto volumen. Sus otros arrendatarios le habían reclamado porque en muchas ocasiones se debieron ir a su trabajo sin haber podido ni siquiera dormir.

Montiel expresó que decidió nuevamente poner la denuncia ante Carabineros y Salud. Tras la detención de los jóvenes y al ingresar al pequeño departamento se encontró con una gran cantidad de botellas vacías de vino y cerveza de distintas marcas, roturas en las paredes y la ropa de cama en el suelo.

Incluso para darle un ambiente similar a una discoteque el arrendatario había instalado una ampolleta que emitía destellos multicolores.

Frente a esta situación aconsejó a los dueños de departamentos y cabañas que “tengan mucho cuidado a quién le arriendan, porque realmente es un dolor de cabeza muy fuerte pasar por este tipo de situaciones”.