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En un camión del Ejército trasladaba carne de bovino faenada ilegalmente

Jueves 13 de Mayo del 2021

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Con expresa prohibición de dar a conocer la identidad del detenido, decretada por el juez del Tribunal de Garantía de Porvenir, Pablo Aceituno, se realizó ayer la audiencia de control de detención del funcionario civil del Ejército que fuera sorprendido con 233 kilos de carne bovina faenada ilegalmente, al ser fiscalizado por Carabineros de la Tenencia de Cerro Sombrero. Como se recordará, el camión provenía desde el sur de la isla, en la zona del lago Fagnano, con el cargamento ilícito distribuido en 10 sacos de naylon.
El fiscal (s) de Porvenir, Sebastián Marín, le formuló cargos al imputado, por infracción a la Ley de Mataderos Clandestinos, explicando al magistrado que transportaba en un vehículo fiscal carne de vacuno, proveniente de beneficio clandestino, que había adquirido a un sujeto -ya identificado- que se la vendió sin ser ganadero, pero que tenía vínculos con un predio productor del sector de Fagnano. El tribunal determinó para el acusado (que fue representado por el defensor Juan Carlos Rebolledo), las medidas cautelares de arresto domiciliario nocturno y arraigo provincial.
Ambas instancias deberá cumplirlas el imputado en la ciudad de Punta Arenas y en la provincia de Magallanes, respectivamente, donde reside, por el plazo de investigación del delito de 100 días, decretado por el juez fueguino.
El fiscal señaló, además, que existen diversas diligencias que se continúan desarrollando en esta causa, que incluyen pericias solicitadas a distintos organismos públicos. Entre ellas, indagar si además del beneficio ilegal se puede determinar un presunto delito de abigeato, que correspondería al robo de los dos vacunos faenados, una actividad que se consideraba habitual entre los intervinientes que son indagados.
El representante del Ministerio Público explicó al término de la audiencia judicial, que el camión del tipo “tres cuartos” en que trasladaba el producto del delito es un vehículo de propiedad del Ejército, sin los característicos colores de los móviles castrenses porque cumple funciones de distinto orden, aunque porta un logo fiscal. En tanto que el imputado, contratado como conductor civil, es un militar en retiro que volvió al servicio para cumplir esa función.
Respecto a la carne, debido a que no contaba con condiciones de control de sanidad ni higiene en su transporte, se dispuso su destrucción, ya que no podía ser en ningún caso destinada al consumo humano.