“La votación fue una manifestación de que la gente no se deja engañar”, planteó esposa de Jorge Flies
“Perfectamente él pudo no haber estado acá, porque era más cómodo quedarse sólo en la parte médica y nada más. Sin embargo eligió el camino más difícil y más duro, que es meterse a la política y dignificarla”, manifestó Paola Amaro.
¿Primera dama regional, por que no? De seguro que ese título la ruboriza y no le gusta, porque es una mujer de bajo perfil. Es la fiel compañera de vida del electo gobernador regional Jorge Flies Añón. Es Paola Amaro Moya, la esposa que tuvo el noble gesto de aceptar y compartir el amor de su marido con toda la comunidad magallánica, sabiendo los sacrificios a que se expone la familia con un cargo público, como cuando fue intendente.
Ella es médico cirujano, titulada en la Universidad de Chile y posee el título de especialista en neurología adultos otorgado por la Pontificia Universidad Católica de Chile; y además posee un certificado de especialista en neurología adultos otorgado por la Corporación Nacional Autónoma de Certificación de Especialidades Médicas (Conacem).
Agradecidos
En una de las pocas entrevistas concedidas, Paola Amaro dijo a La Prensa Austral estar “muy agradecida por la votación que obtuvo Jorge, creo que es un reflejo de todo el trabajo realizado desde que llegó a la región. Gracias a su labor incansable se pudo construir un hospital moderno para Punta Arenas y también en cada provincia; se concretó la fibra óptica austral. Son muchas cosas que sin su ahínco y arduo trabajo, que he podido ver desde que llegamos a esta hermosa Región de Magallanes, tal vez no se habrían logrado. El ha seguido luchando incansablemente por la gente. Por eso creo que la votación es una manifestación de que la gente no se deja engañar. La comunidad sabe de los esfuerzos y del trabajo honesto. Reconoce realmente de que hay un gran deseo de servir y no de servirse de la política”.
“Perfectamente Jorge pudo no haber querido estar acá, porque era más cómodo quedarse sólo en la parte médica y nada más. Sin embargo eligió el camino más difícil y más duro, que es meterse a la política y dignificarla. No hablo de politiquería, sino una política de verdad”.
“Esto es lo que queremos, que la gente se beneficie de todo el trabajo y de que podamos dignificar la salud, educación y viviendas dignas. Todo es muy importante para nosotros. Eso queremos”.
Plano familiar
En el plano familiar esto tiene un costo, ya lo vivieron cuando Flies fue intendente, en el gobierno de Michelle Bachelet.
“Claro que tiene un costo y él siempre ha dicho que es un costo alternativo, por algo que está eligiendo versus restarle tiempo a la familia. Si bien nosotros lo vamos a ver poquito, igual que cuando fue intendente, creo que la región gana mucho. Para las hijas y para mí es un orgullo poder participar de esto y de poder hacer más cosas que vayan en beneficio de nuestra gente”.
Paola Amaro es oriunda de Talca y Jorge Flies de Santiago y llegaron casados a Punta Arenas en agosto del año 1999.
“No venimos de familias acomodadas, al contrario. Por eso este es el esfuerzo de alguien que siempre ha tenido un ideal de poder luchar por la gente para que tenga mejores condiciones y dignas. Esa es la idea. El poder lograr para un pueblo que al menos tenga el derecho a tener una salud y trabajo digno, que es lo que se necesita para que la gente pueda estar bien”.
“Cuando llegamos estaba de director del Servicio de Salud Magallanes el doctor Juan Aguilar quien le ofreció (a Flies) ser subdirector médico, como tenía medicina familiar. Él aceptó y desde ahí empezó la carrera. Posteriormente siguió por muchos años como director del Servicio de Salud hasta que fue por Alta Dirección Pública y luego, sorpresivamente, lo nombraron intendente”, recordó.
Como familia nunca esperaron llegar a esta instancia, sin embargo reconoce que “siempre Jorge ha luchado por esto. Desde joven fue delegado de los estudiantes de medicina. También fue presidente de la Unión Juvenil Bautista de Chile, siempre buscando el bien. Y como sabe la gente, nosotros somos muy creyentes, no trabajamos por lo que podamos tener acá sino por uno que está más arriba y esa es nuestra fe”.
Están muy orgullosos como padres de sus hijas Paola (cumplirá 20); Fabiola (cumplirá 18) y Sofía que tiene 13 años. Las dos mayores nacieron en Punta Arenas y la menor en España, país donde el matrimonio se encontraba en ese momento realizando la subespecialidad médica.