Antártica y disputa por el liderazgo portuario

– La pregunta es: ¿Qué ciudad se convertirá, realmente, en la puerta de entrada a la Antártica? La respuesta es obvia: aquella cuyos gobernantes sean resueltos y tengan visión estratégica.

De tanto, las noticias provenientes de Argentina nos informan respecto de los proyectos que existen para convertir a Ushuaia en el principal puerto de acceso a la Antártica y en un polo logístico estratégico en los mares australes.

Dicho gobierno provincial también apuesta al desarrollo vinculado al continente blanco, pues, al igual que nuestra región respecto de Punta Arenas, presenta a Ushuaia como la puerta de entrada a la Antártica. Ser base de la actividad de cruceros y de la prestación de servicios a la flota de pesqueros extranjeros completa los incentivos económicos para pensar en una millonaria inversión de capitales públicos como privados.

Pero, ahora el gobierno de Falkland Islands (Malvinas) también ha expresado su interés por mejorar el terminal portuario, a fin de convertirse en la puerta de acceso a la Antártica. Su plan es construir un nuevo puerto en Stanley.

La inversión requerida para mejorar su capacidad portuaria del territorio que está bajo dominio inglés es de unos 61 mil millones de pesos. Para financiar las obras  proyecta endeudarse y se informó que dicho gobierno consiguió su primera calificación crediticia soberana, del grado A+ de S&P Global. Con ello, podrá acceder a los mercados de préstamos para solventar las mejoras en su principal puerto.

Mientras esto sucede en el Atlántico sur, en Magallanes seguimos esperando que haya voluntad política para poder ampliar la capacidad portuaria de su capital regional.

Se trata de una falencia objetiva que sólo ha tenido esfuerzos tímidos con el proyecto de los dolphins en el muelle Prat que desarrolló la Empresa Portuaria Austral.

Punta Arenas requiere de un mejor puerto y que sea dotada de infraestructura adecuada para prestar servicios logísticos, tanto como contar con un Centro Antártico Internacional (Cai) que ofrezca a la comunidad científica del mundo un espacio privilegiado para sus trabajos. Ambas iniciativas estaban dentro del Plan de Desarrollo de Zonas Extremas, pero, lamentablemente, en la actual administración de Piñera ha sido prácticamente nulo el avance.

La pregunta es: ¿Qué ciudad se convertirá, realmente, en la puerta de entrada a la Antártica? La respuesta es obvia: aquella cuyos gobernantes sean resueltos y tengan visión estratégica.