Israel y Gaza vivieron segundo día de tregua
Mientras Estados Unidos y Egipto buscan asegurar la tregua.
Israel y Gaza vivieron ayer un segundo día de calma tras la tregua de la madrugada del viernes, y poco a poco dejan atrás su peor escalada bélica desde 2014, mientras países como Egipto o EE.UU. plantean maneras para reforzar el alto el fuego o abordar la reconstrucción de una franja devastada por los ataques.
En una jornada tranquila tras el alto el fuego bilateral que entró en vigor hace menos de 48 horas, la región continuó sin incidentes violentos entre las milicias palestinas y el Ejército israelí, aunque siguió habiendo cargas policiales en una nueva protesta contra el desalojo de familias palestinas en el barrio estratégico de Seij Yarrah, en Jerusalén Este ocupado.
Todo ello se producía después de que una delegación de altos cargos de seguridad de Egipto -principal mediador en el alto el fuego entre Israel y el grupo islamista Hamas- visitara Cisjordania para reunirse con el Presidente palestino, Mahmud Abbas, con quién trató vías “para reforzar la tregua” y “coordinar esfuerzos para la reconstrucción” de Gaza, muy afectada tras once días de bombardeos.
Según detalló la agencia oficial de noticias Wafa, los enviados egipcios estuvieron en Gaza, donde acudieron a supervisar la aplicación del cese de hostilidades y se reunieron con las diferentes facciones palestinas.
Aunque Abbas no tiene control directo sobre Gaza -gobernada de facto por Hamas- y su papel fue residual en esta escalada, donde no tuvo capacidad para calmar tensiones con el grupo islamista ni influir en la tregua, muchos países de la comunidad internacional solo tienen a la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que él preside en partes reducidas de Cisjordania ocupada, como interlocutor válido.
La UE o EE.UU. no reconocen a Hamas, a quien consideran grupo terrorista, y se prevé que gestionen parte de las iniciativas para reconstruir Gaza con la ANP, pese a su poder inexistente en la franja, donde viven más de dos millones de palestinos en una situación de crisis humanitaria casi permanente.
1.800 viviendas
destruidas
Durante esta última ofensiva, el Ejército israelí atacó más de 1.600 objetivos militares de Gaza, lo que obligó el desplazamiento de más de 77.000 personas. Como ocurrió tras las guerras de 2008-2009, 2012 y 2014, el paisaje de escombros y el rastro de destrucción impera nuevamente en Gaza.
Según el Ministerio de Vivienda y Obra Pública del enclave, más de 1.800 viviendas fueron destruidas y 17.000 dañadas; cinco torres fueron demolidas y 74 edificios públicos afectados por los ataques aéreos de la aviación israelí.
Las milicias palestinas, por su parte, lanzaron unos 4.400 cohetes hacia Israel, y estos incluso alcanzaron Jerusalén, Tel Aviv y otros puntos del centro del país.