Aumento de la actividad acuícola ha provocado crisis por falta de dotación en empresas navieras
La marina mercante regional “se encuentra sumida en una crisis” ante la falta de tripulaciones para sus barcos. Esto ha sido generado, principalmente, por el exponencial crecimiento de la industria salmonera que ha generado una sobredemanda de personal para tripular las naves, superando ampliamente los procesos de formación, estudio y validación del nuevo contingente de tripulantes de cubierta, oficiales de máquina y oficiales de puente.
Así lo expone la Asociación de Armadores de Magallanes (Armag) en una carta dirigida al ministro de Economía, Lucas Palacios Covarrubias, donde se le solicita formar urgentemente un comité interdisciplinario para discutir y proponer soluciones para sortear la que denominan “compleja y grave crisis”.
Armag agrupa a una decena de empresas regionales que cuentan con cerca de 50 naves mayores con bandera chilena, dentro de las cuales se encuentran ferris y barcazas de conectividad, naves de apoyo a la industria de la salmonicultura, buques de turismo y antárticos. Reúne al 90% de la marina mercante regional.
En su carta al ministro de Economía, la entidad gremial hace ver que la falta de personal ha detonado “una paralización de naves y un retraso de los zarpes”, afectando directamente a la economía magallánica, la que depende, en un alto porcentaje, de la conectividad marítima.
También puntualiza que mantiene muchas inversiones paralizadas a la espera de visualizar alguna medida que solucione el problema y garantice la operación constante y segura de las naves existentes y nuevos proyectos navieros.
Abunda que se tiene que considerar que la industria de turismo naviero chileno de catamaranes, lanchas y cruceros se encuentra paralizada, pero que se espera que retome sus operaciones la próxima temporada, agravando de esta manera el problema existente de falta de dotaciones.
Para Armag, el principal escollo está dado en parte por “los largos y engorrosos sistemas de capacitación, validación generados a partir del año 2000 por nuevos reglamentos y decretos y por leyes que no permiten estudiar y validar a personal extranjero para tripular” las naves a diferencia de todo el resto de las industrias del país.