Fundación Ignazio Sibillo y atención a menores
Sin objetar las bases y entendiendo que el proceso licitatorio se ajustó a ellas, resulta atendible que la comunidad magallánica se consternara al conocer que el Servicio Nacional del Menor (Sename) adjudicó a una fundación foránea el desarrollo del programa de protección de lactantes y niños y niñas de hasta 6 años que, por decisión judicial, deben ser derivados a un hogar.
Esta atención especializada se entregó a Fundación Mi Casa, entidad que, a partir de este jueves 1 de julio, estará encargada de ejecutar el referido programa, el cual venía llevando adelante la Fundación Ignazio Sibillo.
Seguramente, la Fundación Mi Casa cumplió con las exigencias tanto en lo formal como en el fondo del proceso licitatorio, pero, una vez más, preocupa que estándares y parámetros diseñados en una oficina en Santiago dejen fuera de carrera a las organizaciones regionales, muchas de las cuales, se han creado para hacerse cargo de problemáticas sociales que los organismos pertinentes del Estado y de los gobiernos de turno no encararon en su momento en forma adecuada.
Un ejemplo emblemático de aquello es la labor del Club de Leones Cruz del Sur en la problemática de la discapacidad, trabajo señero que ha dado vida a los centros de rehabilitación en Magallanes.
Otra obra tremendamente sentida es la que por años ha desarrollado la Fundación Ignazio Sibillo, donde, más allá del servicio profesional contratado, ha existido un involucramiento profundo y entrega incondicional de parte de los socios que han creado y sostenido este trabajo de acogida y contención emocional de lactantes y menores de 6 años que atraviesan complejos cuadros sociales.
El Colegio de Trabajadores Sociales de Magallanes ha alertado porque el Sename entregará a fundaciones nacionales en desmedro de las regionales una serie de programas.
La proximidad y el compartir una identidad e idiosincrasia regionales siempre hará más pertinente el servicio que presta una organización arraigada en su territorio respecto del ofertado por una entidad que ha estandarizado procesos y atenciones en virtud de parámetros que no siempre tienen en cuenta la particularidad y el contexto sociocultural de los usuarios, en este caso, cientos de niños magallánicos.