“Yo digo que ya no la vamos a encontrar viva”, afirmó hermana de Guadalupe

Los días pasan muy rápido y las esperanzas de encontrar con vida a Guadalupe Oyarzún Cárdenas, de 54 años, se diluyen cada día más.

“Van diez días sin saber nada de ella”, nos dice angustiada Rosa Piffaut Cárdenas, hermana de madre de la mujer desaparecida en la Reserva Nacional Magallanes, el sábado 10 de julio. Una fecha que de por vida será emblemática para todos ellos.

Ese día salió con su pareja, Mauro Quevedo Quilodrán, y un tercero, en busca de unos animales. El lugar está situado en la parte alta de la ciudad, a unos 15 minutos del centro de Punta Arenas. La zona es bastante boscosa, con muchos arbustos y una geografía bien irregular.

En las cercanías, en una parcela, tienen su casa. Ambos viven ahí. Ese fue el punto de partida durante esa jornada sabatina. Claro que sin retorno para ella.

Carabineros, a solicitud de la Fiscalía, puso un equipo multidisciplinario a disposición de la búsqueda: Gope, Labocar, Sip. A ellos se suma la PDI, Socorro Andino, que ha estado desde el primer día. Conaf dispuso el cierre de la Reserva Forestal, para facilitar el trabajo e impedir que el ingreso de turistas altere el área de búsqueda.

Todos los equipos han estado trabajando afanosamente para dar con el paradero de Guadalupe. Desafiando las condiciones climáticas y bajas temperaturas. Pero lo peor de todo es la cantidad de nieve acumulada. Eso dificulta muchísimo el trabajo, sumado a la geografía del sector.

Lamentablemente los “operativos rastrillos” no han dado los resultados esperados. La frustración igual se apodera de los rescatistas que no la pueden hallar.

Pero la investigación instruida por el fiscal jefe de Punta Arenas, Fernando Dobson, sigue adelante porque hace rato que la denuncia dejó de ser una presunta desgracia y dio paso a una “desaparición”, donde todo se indaga y nada se descarta.

Habla una hermana

“Nada sabemos por ahora y la angustia se mantiene”, manifestó Rosa, hermana de madre de Guadalupe.

“No quiero, y tampoco necesito hablar con él”, señala sobre eventuales contactos con Mauro, la pareja de la mujer extraviada.

“Lo único que espero es que la justicia haga su trabajo y que mi hermana aparezca pronto”.

Lo que sí, destaca, “es que la están buscando por todos lados. Hay muchas personas en esta tarea”.

La esperanza está en que empiece a disminuir la cantidad de nieve. “Mi hermano que anda arriba (Manuel Oyarzún Cárdenas) dijo que ahora hay un poco menos, aunque espero que no haya otra nevazón como la del otro día”.

Encontrarla con vida

“Yo digo que ya no la vamos a encontrar viva. Sería un milagro de Dios. Salvo que se haya ido a otro lado, pero eso es casi imposible, porque no tenía motivos para viajar fuera de Punta Arenas”, mencionó a La Prensa Austral.

Aun de ser así le hace un llamado a que se acerque, “si no quiere venir acá que vaya donde mi otra hermana. Pero realmente lo veo muy difícil, que haya ido a otro lado”.

Guadalupe tiene dos hijos, de 34 (el que vivía con ella) y una mujer de 25 años, que vive en Puerto Montt pero viajó este martes a Punta Arenas.

“Mi hermana vivía como dos años con ese caballero y jamás nos metimos. La familia de él no la conozco, nunca tuve contacto con ellos”.