Los talibanes decapitaron a un traductor afgano acusado de “infiel”
Era el 12 de mayo. Desde su casa en Kabul, capital afgana, Sohail Pardis, de 32 años, emprendió un viaje de unos 400 kilómetros en su automóvil para celebrar el final del Ramadán junto a su hermana.
Era un devoto musulmán que únicamente quería vivir en paz y quería la tranquilidad definitiva para su país, algo que estaba lejos de suceder. Sin embargo, en un momento de su viaje de cinco horas y media, debió tomar una decisión drástica que terminaría con su vida.
Pardis vio un puesto de control talibán en medio del camino y temía que al detenerse fuera reconocido por los militantes extremistas. Su cabeza tenía precio. El motivo era claro: había sido traductor del afgano al inglés del Ejército de los Estados Unidos durante un año y medio. Eso lo llevó a ser considerado “infiel” a los ojos de los fundamentalistas islámicos que controlan gran parte del territorio.
El hombre aceleró su vehículo y atravesó el control. Una ráfaga de fuego provocó que chocara contra un retén y se detuviera la marcha alocada del auto. Los talibanes -con sus característicos fusiles rusos Kalashnikov AK-47- se acercaron, abrieron la puerta del humeante aparato y sacaron a Pardis. Lo arrastraron unos metros y herido gravemente pero aún vivo lo decapitaron, de acuerdo a la crónica reproducida por la cadena de noticias CNN.
Abdulhaq Ayoubi, amigo y colega de Pardis, dice que la vida bajo el régimen talibán que cada vez se hace más fuerte es insoportable. “No podemos respirar aquí. Los talibanes no tienen piedad con nosotros”.
La Casa Blanca lanzó la “Operación Refugio a los Aliados”, en la cual dará una visa especial a aquellos que colaboraron de alguna manera con las fuerzas norteamericanas durante dos décadas. Ayoubi también dijo que los talibanes amenazaban constantemente a su amigo calificándolo de “espía” e “infiel”.
Los talibanes dicen que no quieren tener el control total del poder en el país, pero insisten en que no habrá paz en Afganistán hasta que haya un nuevo gobierno negociado en Kabul y se destituya al presidente Ashraf Ghani.
La retirada de Estados Unidos y las fuerzas de la Otan se ha completado en más de un 95% y está previsto que finalice el 31 de agosto.