Necrológicas

Cambio climático y carbono neutralidad: desde nuestra realidad al futuro de todos

Por Claudio Gomez Fuentes Sábado 4 de Septiembre del 2021

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Yo, al igual que muchos, soy ciudadano chileno y ciudadano del mundo, respiro, intento ser feliz, trabajo y contamino. Personalmente produzco más de 328 kg de CO2 al año sólo por el hecho de respirar, nada comparado con lo que produce mi auto, unas 4 toneladas año, también soy responsable de cerca de 73.000 lts de agua residual y unos 365 kg de basura. Yo, como todos nosotros, soy un poco responsable de lo que le pasa a este planeta.

Nuestro mundo es complejo, cada día estamos más comunicados y conectados. Vivimos una pandemia que en cuestión de meses llegó a todos los países del planeta, nos movilizamos, hablamos con personas del otro lado del mundo, miramos sus vidas en la televisión e internet. Muchas veces esta conectividad nos hace ajenos a las personas y corremos el riesgo de ser menos empáticos, cuando vemos los efectos de un terremoto, inundaciones, aluviones y desastres naturales. Pero, por otra parte, esta conectividad nos va dando la sensación de un solo planeta, una sola sociedad, en realidad somos todos habitantes de una isla llamada Tierra.

Pero, ¿qué le está pasando a nuestra isla? Hoy ya no parece haber duda y así lo confirman los científicos, que estamos en medio de un cambio climático causado por nosotros mismos. Cuando digo nosotros, les recuerdo que al inicio dije que yo también contamino, por nosotros no es sólo por la industria lejana y rica, no es el enemigo malvado que quiere destruir la naturaleza, somos nosotros, con nuestros autos, nuestra compulsión por consumir, con nuestra definición de desarrollo quienes estamos causando este cambio.

El problema es complejo, algunos científicos han definido el tema del cambio climático como uno de los más grandes desafíos a los cuales la humanidad debe enfrentarse. En este desafío debemos colocar nuestra inteligencia, capacidad de llegar a acuerdos, debemos actuar como una sola sociedad, porque nos jugamos nuestro futuro, no el futuro de la Tierra como planeta, la Tierra sobrevivirá, seremos nosotros mismos, los causantes, quienes a su vez pagarán los costos, serán nuestros hijos y nietos, quienes, si no hacemos algo hoy tendrán una vida más dura que la nuestra.

¿Cómo solucionar este problema? ¿Qué se puede hacer?, en realidad mucho se puede hacer, por ejemplo, buscar nuevas formas de energía, energías que no dependan de la combustión, que no produzcan Gei.

Es aquí donde el concepto de carbono neutralidad es importante. Ser carbono neutral significa lograr que las emisiones de Gei sean equivalentes a cero, para conseguir esto es necesario crear planes de acción y así reducir, compensar y/o remover las emisiones generadas. Para entender mejor este concepto, pensemos en el uso del petróleo. Tomamos petróleo desde la tierra, lo sacamos a la superficie y lo quemamos. En otras palabras, estamos tomando carbono del suelo llevándolo a la atmósfera, esta actividad claramente no es carbono neutral. En el extremo opuesto están los biocombustibles: al crecer una planta captura CO2, la cortamos, extraemos el aceite y generamos un biocombustible, este se quema y devuelve a la atmósfera el CO2 que había capturado, desde este punto de vista, los biocombustibles sí pueden ser carbono neutrales.

Por otra parte está el hidrógeno verde, es decir, el producido a partir de energías renovables. Actualmente se está convirtiendo en una de las alternativas energéticas más prometedoras para lograr los objetivos climáticos de reducción de emisiones de Gei. Su potencial se apoya principalmente en tres aspectos clave: puede ser producido sin emitir Gei ni contaminantes; su producción puede sostenerse mientras se disponga de fuentes de energías renovables y puede ser utilizado en todos los sectores que consumen energía y como materia prima en diversas industrias.

Chile ha sido identificado como uno de los países donde se puede producir el hidrógeno verde más económico del mundo. La BBC ha mencionado entre los líderes de esta revolución a Australia, los Países Bajos, Alemania, China, Arabia Saudita y ¡Chile!, con dos proyectos, uno en Antofagasta con energía solar y otro en nuestra región con energía eólica.

Nuestro mundo es complejo, estamos en momentos de decisiones, nada es perfecto como alternativa y corremos el riesgo de vivir un calentamiento global, el cual debemos enfrentar con creatividad, con sueños y conocimiento. A todos estos argumentos deben sumarse argumentos políticos, sociales y reclamos de igualdad. Aquí todos podemos y debemos hacer algo. Debemos usar nuestra energía, nuestra creatividad y las ganas de cambiar las cosas en hacer un mejor Magallanes, un mejor Chile y también un mejor planeta. Necesitamos profesores, que sepan de ciencia, para que formen ciudadanos concientes, personas que cuestionan la realidad y toman decisiones informadas y responsables. Hacen falta científicos que busquen soluciones creativas, máquinas más eficientes que consuman menos combustible y que por lo tanto contaminen menos. También niños que inviten a sus padres a caminar el fin de semana dejando el auto en casa, abuelos, padres e hijos, que apaguen luces o corten el agua cuando no la usen, todo eso ayuda.

Podemos hacer algo importante hoy tomando conciencia de que una idea puede hacer la diferencia, creer en sueños, no limitarnos por ideas repetidas durante muchos años, quizás algún día digamos que después de una pandemia mundial, en Magallanes se inició el futuro.