Necrológicas

– Juan Moisés Ojeda Fierro

Incendiada casona de viejo hospital iba a ser trasladada en los próximos meses

Viernes 24 de Septiembre del 2021

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Pasadas las 3 de la madrugada de ayer estalló el incendio en lo que quedaba de la construcción que alguna vez albergó al director del hospital y luego al jardín infantil Girasol.

Han pasado 11 años desde que cerró sus puertas el Hospital Regional enclavado no sólo en el barrio Prat sino también en la historia de Magallanes y en el corazón de muchos pobladores que vivieron ahí momentos de alegría y tristeza.

El resto de la historia es conocida. La construcción, que data de 1953 y a la cual se anexó el edificio de 5 pisos en abril de 1982, ha permanecido abandonada desde la puesta en marcha del nuevo Hospital Clínico y a merced de situaciones que han puesto en riesgo lo poco y nada que parece ir quedando.

Para los vecinos el lugar es “una bomba de tiempo” y lo ocurrido la madrugada de este jueves no hace más que confirmar el peligro latente al que se enfrentan a diario los pobladores que son testigos directos de la indiferencia de quienes nada han hecho para extirpar este problema en el corazón del barrio Prat.

Fue a eso de las 3,20 horas cuando el fuego emergió en medio del viento y rápidamente se propagó por una de las construcciones que son parte de este cuadrante (Angamos, Zenteno, Condell y Ancud). El llamado de comandancia de Bomberos indicaba como lugar amagado el pasaje Víctor Fernández Villa a sólo metros de Zenteno. Se trataba de la antigua construcción destinada a “Casa del Médico Residente”.

El inmueble parecía escribir así, a manos de desconocidos, un triste capítulo final, que había sido precedido por los que daban cuenta de “okupas”, personas en situación de calle, destrozos y principios de incendio.

El Cuerpo de Bomberos investiga la causa del incendio. En el primer piso del inmueble habitaban dos personas.

Proyecto patrimonial

En su historia más reciente, durante 2018 un grupo de jóvenes había gestionado sin éxito, ante el gobierno regional, la utilización del lugar para desarrollar talleres y cursos ligados al arte y la cultura; mientras en mayo pasado, el Consejo Regional había dado “luz verde” a un proyecto patrimonial que consideraba el traslado de la casona hasta el Museo del Instituto de la Patagonia.

La propuesta de la Universidad de Magallanes, con apoyo de la Cámara Chilena de la Construcción, se sustentaba en la importancia que la construcción revestía para la historia hospitalaria de Magallanes, tomando en cuenta que en sus orígenes sirvió como residencia del médico jefe del llamado Hospital de la Beneficencia en el barrio Don Bosco.

Uno de los impulsores del proyecto es el médico Matías Vieira, quien calificó de “espantoso” el incendio que trunca una iniciativa que estaba en marcha y que comenzaba a concretarse después de varios años de trabajo y gestiones “que ahora se encontraba en tierra derecha gracias a muchos apoyos, como el de Cultura, del Instituto de la Patagonia, la Umag y del gobernador Jorge Flies”.

Dice que hoy el fuego se encargó de dejar prácticamente nada para recuperar, recordando que la historia médica de Magallanes también había sido blanco de otro duro golpe patrimonial con el incendio que afectó al edificio del otrora Servicio de Salud de calle Chiloé con José Menéndez, en marzo de 2018. “Aún tenemos algunas cosas guardadas, libros, archivos, fotografías. Hay que conversar y ver la mejor posibilidad, a lo mejor hacer una réplica o una casa similar, considerando que este proyecto incluso ya tenía un lugar asignado en los terrenos del Instituto (de la Patagonia)”.

Vieira agregó que el traslado del edificio se haría por etapas, procediéndose a un desarme tal como había ocurrido a principios de los 50 cuando fue movido desde su ubicación original en diagonal Don Bosco, para convertirse en la residencia médica, calidad que mantuvo hasta 1971 cuando se le destinó a jardín infantil y guardería para los hijos del personal hospitalario.