Inversiones privadas por casi $1.000 millones renuevan espacios en la oferta comercial

E

n medio de la crisis económica gatillada por la pandemia la inversión privada igual avanza, generando fuentes de empleo para empresas constructoras, contratistas, maestros y reactivando la economía.

Bajo este escenario hay varios emprendedores que iniciaron negocios y otros decidieron construir en medio de la pandemia. Entre muchas obras particulares que están en pleno desarrollo ya hay otras concluidas recientemente, que en su conjunto totalizan una inversión cercana a los $1.000 millones.

Construcción
de dos pisos

Una de ellas es la nueva construcción levantada en la esquina nororiente de Enrique Abello y Avenida España que se levantó en un terreno eriazo que por más de 20 años se mantuvo en esta condición luego que fuera adquirido por el BancoEstado donde proyectaba construir una sucursal bancaria. Ese terreno fue adquirido posteriormente por una sociedad inversora privada.

La construcción de 280 metros cuadrados demandó una inversión de $320 millones y está conformada por dos pisos. En el primer nivel se considera sala de venta, mientras que en el segundo nivel hay dependencias para bodega, baños, área de aseo, comedor y cocina para personal.

Además, se complementa el espacio con seis estacionamientos y un terreno colindante será destinado a generar más estacionamientos.

Emporio y
panadería

En pleno centro de Punta Arenas, en la calle Waldo Seguel Nº660, el empresario magallánico Scandar Jacob, invirtió cerca de $150 millones en recuperar la fachada y remodelar una antigua propiedad adquirida hace diez años y que hasta el año pasado acogía a un local de venta de artesanía y souvenirs.

Allí proyecta abrir a fines de mes una nueva sucursal de Bendito Pan y que coincide con el décimo aniversario de su empresa que nació con el primer local de Avenida España donde después agregó un segundo local que partió como cafetería y salón de helados artesanales, pero por la pandemia se transformó en emporio. Este nuevo local es la cuarta sucursal, considerando que el tercero se ubica en calle Rómulo Correa a pasos de Avenida Bulnes.

“Acá hicimos una inversión en la reestructuración de la casa en cerca de $100 millones y en equipamiento entre lo que está instalado, equipos de frío, cocina, vitrinas, otros $50 millones adicionales. Esperamos estar funcionando a fines de octubre o principios de noviembre”, dice Jacob.

Al recorrer las instalaciones muestra que la casa fue construida en 1917 y recuperaron su fachada que es parte de la zona típica del centro de la ciudad, pero al interior decidieron mantener su muro original de ladrillos y las maderas originales de parte de sus paredes que podrán apreciar los clientes que lleguen en busca de los productos ofrecidos en la oferta habitual: panadería, pastelería y abarrotes.

En el nuevo local se generarán diez empleos en la primera etapa y se espera sumar otras cuatro personas. Además, ofrecerán helados artesanales de primera calidad que ofrecen en sus locales y que también distribuyen en algunos hoteles y restoranes.

Jacob admite que las nuevas instalaciones también consideran a futuro un espacio para un café con capacidad para 25 ó 30 personas, pero que ahora por la pandemia han optado postergarlo.

“Estamos en fase 5 y no tenemos límite de aforo. Igualmente en nuestros locales estamos funcionando con aforos porque permiten una atención más ordenada y evitamos tumulto de gente. Daremos un aforo de 8 personas”, explica aunque por ahora tendrán venta de café al paso, además de almuerzos preparados.

“En cada crisis viene una oportunidad. Si bien el centro de Punta Arenas se vio afectado por el estallido social y posterior pandemia, pudimos reconvertir nuestro negocio de manera rápida y cuando me devolvieron este local que era de mi propiedad, no supe ver oportunidad de arriendo y resolví operarlo y tener confianza en la comunidad y economía”, explica Jacob, quien dice que es bueno sumar ofertas atractivas para el centro de la ciudad, complementándose a las existentes.

Nuevas oficinas

Un incendio ocurrido en diciembre de 2015 en calle Fagnano Nº565 dejó un sitio que dio paso a un nuevo edificio de oficinas en el que capitales regionales invirtieron cerca de $500 millones.

Para ello el arquitecto Danilo Kusanovic trabajó en el diseño de una obra de 300 metros cuadrados y los trabajos comenzaron a ejecutarse en septiembre de 2019, pero éstos no estuvieron exentos de complicaciones por las cuarentenas impuestas por la pandemia lo que obligó a paralizar las faenas, sumándose a ello las dificultades con las demoras en las llegadas de algunos materiales. Los trabajos concluyeron a fines de 2020 y allí funcionará una empresa aseguradora.