Necrológicas
Dirigente de Agaci, Luis Triñanes Córdova

“Muchos van con el celular y no te ven, incluso te patean el bastón”

Jueves 21 de Octubre del 2021

Compartir esta noticia
227
Visitas

C

ada 15 de octubre se celebra el Día Internacional del Bastón Blanco, emblema fundamental para la independencia de las personas con discapacidad visual y símbolo de su rehabilitación. Es una fecha que recuerda los derechos de las personas invidentes, contribuyendo de esa manera la inclusión de quienes tienen discapacidad visual, con ello buscan generar conciencia en la comunidad para que, cuando vean a una persona con el bastón, le cedan el espacio.

Así lo plantea Luis Triñanes Córdova, de la Agrupación de Amigos de los Ciegos (Agaci), al señalar que “el uso del bastón no te asegura que la gente te vea, pues muchos caminan pegados al celular, incluso te patean el bastón, aunque tengo que reconocer que hay personas que saben y son amables, pero siempre te vas a encontrar con alguien que no te vio”. 

Frente a este escollo, el dirigente sostiene que se hace necesario un trabajo constante para tener una ciudad amable, con diseño accesible y universal para personas con discapacidad. Y, es que cualquier barrera arquitectónica y la “más terrible”, la social, acentúa su condición de personas con discapacidad.

Advierte que nadie está libre porque la ceguera muchas veces comienza después de los 40 años y puede ser por una enfermedad asociada como la diabetes, que es la segunda causa de ceguera en el mundo y Magallanes es una de las regiones con más diabetes e hipertensión en el país.

Manifiesta que el bastón blanco es una extensión de su cuerpo, de su brazo que permite ir tocando todas las superficies donde transita y se desplaza, así también conoce los desniveles para poder andar con seguridad. El bastón les da libertad, pero hay un largo proceso para que una persona pueda usar el bastón y ser independiente en su vida cotidiana, debe aprender las distintas técnicas, usar el transporte, ascensores, escalas fijas o electrónicas, cruzar la calle.

“Es fundamental que el profesor que te enseña transmita la seguridad sobre todo en lugares de alto tráfico donde puede terminar lesionada una persona con discapacidad visual. Las personas que adquieren la discapacidad como adulto o siendo adulto mayor es más difícil porque hay que tener una buena postura al caminar un buen oído, o corregir las deficiencias auditivas con un audífono, para poder escuchar los sonidos. Aun así previo al uso del bastón está toda la trayectoria que se hace bajo techo, dentro de su casa, donde se enseña a poder caminar solamente tocando los costados para poder desplazarte por las orillas de las paredes”.

Este es un proceso que depende de la capacidad de la persona, pero que no dura menos de 50 horas pedagógicas, pero luego de eso el profesor lleva a la persona por rutas conocidas, de su casa al banco al que uno acude habitualmente, a una tienda o al negocio de la esquina a comprar.

En el caso de los niños se recomienda aprender a partir de los 10 años, antes de eso, usan el bastón para jugar, más que ayuda técnica. “Aunque para una persona que nace ciega es más fácil adaptarse, no así cuando se es ciego de adulto, donde resulta mucho más difícil, cuando tomas el bastón y sabes que no hay vuelta atrás, tienes que asumir tu condición”.

Por último, reconoce que en la ciudad aún hay muchas barreras. “Nos quitaron las aceras que para nosotros son un punto de referencia para cruzar derecho. En los barrios es complejo porque no todas las calles tienen la bajada de acceso universal. Hay lugares donde no hay tramos de cemento, se acostumbra a dejar los autos en la vereda o los vecinos para hacer su salida de auto interviene y dejan desnivel en la vereda (que usan como referencia)”, enfatizó.