Mateo Martinic Beroš; la persona, el historiador 5ª parte
En esta oportunidad nos referiremos al dinamismo de la obra del historiador Mateo Martinic. Ello lo podemos apreciar en dos dimensiones; la primera, en cuanto a mantener permanentemente actualizada su obra, lo cual se aprecia en las sucesivas ediciones de muchos de sus trabajos: ediciones revisadas, corregidas y aumentadas ante la aparición de nuevos antecedentes o la necesidad de actualizar los ya conocidos; con el reconocimiento expreso del autor cuando ha hecho correcciones, ya sea respecto de la exposición de sucesos o, incluso, enmendando apreciaciones o conclusiones anteriores. En segundo término, el abordaje de temas contingentes, ya sea, incorporándolos en la revisión de trabajos anteriores, como en la publicación de nuevos textos.
Su reciente libro intitulado “El Turismo en Magallanes. Una mirada histórica sobre su origen y primer desarrollo (1870-1980)” es una expresión concreta de lo señalado. Se conforma de un capítulo introductorio y contiene las secciones: Primera Etapa 1870-1930, Segunda Etapa 1931-1980, Conclusiones y un Epílogo (“Los Aónikenk y el turismo”). El autor dedica la publicación “A la memoria de Alberto María De Agostini y de Werner Gromsch, por su inspirador legado” y “A Arnaldo Alarcón Fabres, compañero de sueños y realizaciones”.
El turismo es un fenómeno social y económico, y su importancia ha ido ganado terreno en la economía local por su efecto multiplicador en faenas derivadas o complementarias. En 2018 representaba un 12% del PIB Regional. El texto aborda en detalle los hitos más importantes del periodo analizado, así como la acción y contribución de diversas instituciones y personas. Ello desde 1840, cuando la navegación a vapor ocupa como vía de tránsito el Estrecho de Magallanes. Entre los precursores (as) se menciona a Lady Ann Brassey, que en 1876 visita la región deviniendo en la primera descriptora turística de ella y Lady Florence Dixie quien, en 1879, efectúa la primera excursión turística. Luego vendrían las observaciones científicas y el testimonio de distintos viajeros, los primeros viajes organizados, las temporadas de cruceros locales y el desarrollo de actividades y obras anexas (hotelería, infraestructura diversa, red vial, institucionalidad y otras).
El autor cita al Salesiano Alberto María De Agostini y al marino y aviador alemán Günther Plüschow, como grandes exploradores y difusores de nuestras bellezas naturales y como hombres de acción a Werner Gromsch, el General Ramón Cañas Montalva y Arnaldo Alarcón Fabres. También se destaca a Nadia Skarmeta con su agencia de turismo “Skartour”, la primera de la región y a Manuel Suárez Arce y Juan Navarro de “Turispaine”, pioneros en Ultima Esperanza. A los ya nombrados (as) debemos agregar al propio Mateo Martinic, quien contribuyó al desarrollo del turismo, no sólo como intendente durante el periodo 1964-1970, sino como miembro activo de varias de las instituciones señaladas (incluyendo al Instituto de la Patagonia) y desde su propia labor de historiador y geógrafo.
En las conclusiones, Martinic apunta a la obligación de mantener como premisa esencial la sustentabilidad de los recursos, “desalentando el turismo masivo sobre un solo foco de atracción” y agrega que se debe procurar “la reorientación de las corrientes de visitantes internos y foráneos hacia diferentes objetivos geográficos”.
“El Turismo en Magallanes …” es una retrospectiva integral sobre la materia, la primera de estas características que se publica en la región. Resalta también las pequeñas historias, que reflejan los esfuerzos individuales: pioneros, exploradores, empresarios, navegantes, guardaparques y otros (as) servidores públicos. Tal como el devenir de la actividad en la Región, esta obra sigue el derrotero Quimera, Sueño, Resultados: desde la intención de un artículo pensado a mediados de 2019, para luego, con el apoyo de doña Alejandra Zúñiga, periodista de la Empresa Portuaria Austral y su gerente don Rodrigo Pommiez, transformarse en el libro que hoy reseñamos. Son 171 páginas, respaldadas con estadísticas y bellamente diagramadas e ilustradas con imágenes, grabados, fotografías y pinturas, algunas de ellas inéditas, donde destaca el trabajo de doña Pamela Ojeda. Fue impreso en los talleres de La Prensa Austral.
El autor aludiendo a los viejos y queridos Tehuelches o Aónikenk, a quienes nada halagaba más que les dijeran que “su pampa” era buena, despide el texto señalando: “Una buena acogida a los turistas, sencilla y afectuosa a la manera de nuestros recordados Aónikenk, hará sin duda más placentera la visita foránea. Que sean bienvenidos, pues, a nuestra buena pampa”.
Con la presente reseña damos término a nuestra serie de cinco crónicas escritas con motivo de la conmemoración de los noventa años de vida del historiador regional Mateo Martinic Beroš.