Javier Vera Garnica, de 15 años, recibió un donante de corazón y salvó su vida
“Hace 4 años cuando me dijeron que Javier necesitaba un trasplante me asusté y no quise aceptarlo, tuve mucho miedo a que no llegara el donante y miedo a que salga mal la cirugía. Estaba asustada y mal informada”, confidenció Joana Garnica, quien intenta explicar el proceso que vivió con el trasplante de corazón de su hijo Javier Vera Garnica, de 15 años.
Javier nació con una anomalía de Ebstein severa, una grave cardiopatía congénita en la cual partes de la válvula tricúspide son anormales. Fue la razón por la que este adolescente junto a su familia se hicieron conocidos, tras librar una verdadera batalla para que el menor pudiera realizarse una operación correctiva a su condición de cardiopatía congénita en Boston, Estados Unidos. Luego del tratamiento médico que lograron realizar tras la ayuda de la comunidad magallánica y de la familia, porque no tuvieron ayuda estatal, Javier consiguió mejorar su calidad de vida ya por casi tres años.
Hace un par de meses el corazón de Javier volvió a fallar y esta vez era urgente encontrar un trasplante para salvar su vida. “Fue algo inesperado y muy fuerte emocionalmente porque por pandemia nos estábamos en casa cuidando mucho y no imaginamos que iba tener una descompensación”, recordó la mamá.
Cuando llegaron a Santiago, como padres mantuvieron sus esperanzas gracias al equipo médico y profesionales que los preparaban y los fortalecían diciendo que Javier había sobrellevado una buena recuperación de una compleja cirugía y ahora estaba en mejores condiciones de recibir un corazón de adulto a diferencia de años atrás que era muy niño y de contextura muy delgada y dónde era más difícil tener un donante.
“La vida de mi hijo fue salvada porque recibió un donante y un corazón compatible y sano. Estoy muy agradecida con Dios por esta nueva oportunidad y por la generosidad de una familia que sufre la pérdida de un ser querido físicamente porque su corazón late en el cuerpo de mi hijo Javier y que está vivo con su familia nuevamente. Les quiero agradecer a la familia del donante por su generosidad y por regalarnos está nueva vida para Javier, que lo hará feliz porque vive nuevamente con un corazón sano”, destacó Joana.
Asimismo agradeció a todos quienes compartieron en las redes sociales el estado de salud de su hijo, para sensibilizar y lograr la cantidad de donantes de sangre que fueron necesario para reponer las transfusiones de la cirugía y que gracias al cariño y aprecio que tienen por Javier su historia hizo que esta familia haya decidido donar el nuevo corazón que lo tiene con vida.
Por último, agradeció al equipo médico y profesionales que asisten a Javier en el Hospital del Tórax aquí en Santiago.