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Tras sentencia del Tribunal de Porvenir trabajadores de pesquera acuden a la Corte

Martes 7 de Diciembre del 2021

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u frustración por el fallo adverso emitido por el Tribunal Laboral de Porvenir manifestaron los 24 trabajadores que incoaron una acción judicial contra su empleadora, la empresa acuícola International Seafood S.A. de esta ciudad, que en la causa -representados por el abogado Ramón Ibáñez- interpusieron una demanda por vulneración de derechos fundamentales, nulidad del despido, despido indirecto y cobro de prestaciones laborales en esa compañía.

Los ex operarios señalaron en el libelo “haber sido todos contratados para desempeñarse en labores de apoyo de producción de maquila y que sus relaciones laborales comenzaron, pero sus remuneraciones iniciales, que eran calculadas en base a lo producido, sumando la respectiva gratificación legal, fueron inesperadamente modificadas.

Expusieron que el 5 de agosto de 2020 se presentaron a trabajar en horario habitual a las 8,30 horas, pero antes de entrar a la planta observaron una publicación en el mural de la entrada que señalaba que “de mutuo acuerdo de las partes se modificaba los valores líquidos de los productos”, alterando lo estipulado en el contrato y sin tomar en cuenta sus opiniones, obligándolos a firmar anexo de contrato para poder ingresar a cumplir sus labores, lo que fue ratificado por la gerenta general y de planta, Catalina Besnier.

Acusan irregularidades laborales

Al día siguiente, sin haber firmado anexo de contrato ni ser desvinculados, nuevamente fueron coaccionados a firmar el anexo de contrato, esta vez por personal de prevención de riesgos. Estimaron ser víctimas de irregularidades como no tener contrato de trabajo; dos operarios trabajando con Rut de otra trabajadora; falta de implementación y de alimentación de trabajadores; descontento con el pago en los últimos 15 días “por falta de dinero existente” y lo peor: aglomeración de trabajadores dentro de la planta en tiempos de pandemia, sin medidas sanitarias como la distancia entre operarios.

La demanda probó esto último con fotografías, exponiendo la situación de hacinamiento en la que trabajaban los demandantes, con un empleador haciendo caso omiso a lo instruido por la autoridad sanitaria ante la pandemia del Covid-19. En el petitorio, los afectados solicitaron que se declare la vulneración de derechos a su integridad psíquica y física, con ocasión del despido.

Asimismo, pidieron indemnizaciones, recargos para quien corresponda, reajustes e intereses, feriado legal, sanciones a la demandada y pago de costas. Respecto al despido indirecto, agregaron indemnización sustitutiva y por años de servicios, pago de remuneraciones adeudadas y sus cotizaciones. Acompañaron como documentos probatorios sus cartas de autodespido, cartas recibidas de la empresa, contratos de trabajo, liquidaciones de sueldos, reglamentos, protocolo Covid, licencias médicas y libro de asistencias, sumando como testigo presencial de lo sucedido a la ex alcaldesa Marisol Andrade, quien concurrió a la empresa el día de los hechos con personal municipal.

El mismo día también se presentó el inspector provincial del Trabajo, Jorge Ampuero, a quien los trabajadores le comunicaron lo sucedido. Este elaboró un listado de operarios y se entrevistó con la gerenta Catalina Besnier, quien le expresó que no tenía trabajo para los reclamantes, y que éstos “estaban contratados por faena”. Por lo descrito, el abogado Ibáñez recurrió a la Corte de Apelaciones de Punta Arenas en contra de la sentencia en Porvenir del 27 de octubre.

Pide una sentencia
“en derecho”

En ésta, solicita la revocación del fallo de primera instancia, citando entre otras consideraciones, el informe de la Inspección del Trabajo que indicó que “en ese entonces el objetivo principal era saber si los trabajadores iban a poder entrar a la planta o no, y ante la negativa se tuvo que revisar documentos que digan relación con materias principalmente laborales”. También refirió las fiscalizaciones posteriores de la Seremi de Salud, en la que se constató incumplimientos, según las actas a la vista.

A la Corte solicita invalidar la sentencia por una “en derecho” de reemplazo, declarando que se acoge la demanda presentada por sus representados, “estimando la existencia de vulneración de los derechos fundamentales o, en subsidio, despido indirecto por incumplimiento grave de las obligaciones que impone el contrato, accediendo a todas las prestaciones en ella contenidas o las que estime pertinentes, en base a las consideraciones ya expuestas, con costas”.

 

“Vi el fallo de rechazo de todas las solicitudes
y pensé que había quedado ahí”

 

La gerenta de Seafood International, Catalina Besnier, se mostró sorprendida que los 24 trabajadores que demandaron a esa firma -cuyo resultado les fue adverso en el tribunal fueguino- elevaran la demanda a la Corte de Punta Arenas. “No lo sabía, eso lo está viendo el abogado de la empresa, yo vi el fallo de rechazo de todas sus solicitudes y pensé que había quedado ahí”, se sinceró.

Explicó que todo partió por un malentendido que se fue acrecentando. “Era al inicio de la pandemia, la gente estaba nerviosa, tenía susto, coincidió con un periodo pre electoral, contaron con el apoyo de la alcaldesa, pero en el fallo y las fiscalizaciones nosotros cumplimos. Nos ha fiscalizado Salud durante toda la pandemia, sin observaciones ni multas, ni brotes laborales dentro de la planta”.

“Hicimos una propuesta y hubo un par de personas que ni siquiera trabajaban por kilos. Había una coordinadora de los que trabajaban por kilo y se le pagaba por el tiempo que estaba, no por kilo, y fue quien comenzó con el tema. Y entre los que estaban ese día hubo gente que volvió a trabajar sin problemas, en el fondo con el mismo monto que pagábamos antes. Seguimos trabajando al día siguiente igual que siempre”.

“Pero creo que las razones que llevaron a la demanda no tuvo nada que ver con lo que estaba pasando. Era el ambiente que había y eso lo vio el juez y por eso el dictamen que está en la Corte”, aseveró la ejecutiva. Agregó que de hecho, parte de los reclamantes volvió a laborar y que de veintinueve, sólo 18 manifestaron disconformidad.

Terminó detallando que Seafood, con la incorporación de socios, ha crecido bastante, pero al partir la pandemia se debió sortear muchos problemas y dificultades, entre ellos la ausencia de mano de obra (adultos mayores y madres con niños, que debían quedarse en casa), por lo que debieron traer trabajadores calificados en oficios de desconche y moldeo del erizo desde el norte del país.