Igualdad de género en ciencia, tecnología, conocimiento e innovación

-… La baja participación y liderazgo de las mujeres en los ámbitos académicos, científicos, de investigación e innovación afectan a la capacidad del país y la región, en particular, de generar conocimiento y soluciones que mejoren el bienestar de toda la sociedad.

En Chile, un 50% de los padres espera que sus hijos se desarrollen en áreas vinculadas a la ciencia, tecnología, ingeniería o matemática, mientras que sólo un 16% anhela lo mismo para sus hijas. Sólo el 28% de los estudiantes matriculados en carreras de ingenierías y ciencias fueron mujeres en 2020.
Estas son sólo un par de las estadísticas que permiten vislumbrar cómo los estereotipos de género y las convenciones sociales siguen perpetuándose en nuestra sociedad y manteniendo las brechas existentes que afectan al desarrollo de hombres y mujeres.
Existiendo diferencias sustanciales en todos los ámbitos, poco se había avanzado respecto de equidad e igualdad en el área de la ciencia y el conocimiento. En Chile sólo el 34% de quienes desarrollan investigaciones son mujeres; el 16% de los centros de excelencia científicos-tecnológicos es liderado por exponentes del segmento femenino; y únicamente el 15% de las patentes solicitadas en Inapi corresponden a inventoras.
Siendo tan evidente este desbalance, es que el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación lanzó la política nacional de igualdad de género y su correspondiente plan de acción que fijó como objetivo alcanzar el equilibrio 50-50 al año 2030, entendiendo que el ejercicio pleno de la igualdad de derechos de hombres y mujeres en el sistema de investigación y desarrollo es un aspecto clave, urgente e ineludible y que ello impactará positivamente al país.
En tal contexto, la seremi de la Macro Zona Austral ha estado trabajando arduamente y hace unos días desarrolló el primer taller para el diagnóstico “Huella de Género”. El objetivo principal fue trabajar con las entidades generadoras de conocimiento y evaluar el estado en que se encuentra cada institución.
Hay numerosa evidencia que demuestra que los sesgos y la discriminación condicionan las oportunidades de los individuos, lo que termina afectando al desarrollo del país, pues la baja participación y liderazgo de las mujeres en los ámbitos académicos, científicos, de investigación e innovación afectan a la capacidad del país y la región, en particular, de generar conocimiento y soluciones que mejoren el bienestar de toda la sociedad.