Las “dudas razonables” de la Defensoría sobre la real participación del joven detenido por el crimen en Navidad
¿Culpable o inocente? Eso lo dictaminarán los jueces cuando la Fiscalía acuse a quien consideren autor del crimen en Navidad, que le costó la vida al soldado de tropa profesional de la 4ª Brigada Acorazada Chorrillos, Matías Alonso Muñoz Maturana, de 26 años, cuyos restos ayer fueron trasladados a su ciudad natales, en la comuna de Pirque.
Por este homicidio fue enviado a prisión el joven de nacionalidad colombiana Bryant Andrés Alvarez Sánchez, de 20 años.
Los primeros antecedentes indagados por la Sip de Carabineros lo situarían la madrugada del 25 de diciembre en el Private, un “night club” de calle Errázuriz Nº476, donde habría estado compartiendo con un amigo. Algo que el imputado ha negado tajantemente. Aduce que a esa hora estaba compartiendo en una disco y en su defensa pide que lo que dice se coteje con las imágenes de las cámaras de seguridad en todo el perímetro que esa noche recorrió. Y de que las hay, las hay. De acuerdo a la versión del propio inculpado, esto lo dejaría automáticamente fuera de la escena del crimen.
Por eso Bryant Alvarez fue insistente en querer declarar el día que lo formalizaron. Quería que el fiscal y juez escucharan su versión. Fue categórico en señalar que jamás ha entrado a ese local nocturno. Menos a las tres y media de la mañana de ese fatídico día.
El estuvo con su familia y amigos, en la sede del Club Deportivo Prat esperando la Navidad. Luego, alrededor de las dos de la mañana habría abandonado el local de calle General del Canto para reunirse con amigos en una discotheque.
¿Qué pasó en ese lapso de tiempo, entre las 2 y las 3,30 horas? Es lo que debe aclarar el fiscal jefe de Punta Arenas, Fernando Dobson. Un hombre tremendamente ponderado y muy riguroso en todas sus investigaciones, reconocido por sus pares y logros en cada una de las persecuciones penales.
La misma defensora regional pública, Gustava Aguilar, respaldó el accionar de Dobson al señalar ayer que “confío en que el fiscal Soto ha decretado todas las diligencias que solicitó el abogado defensor (Pablo Santander)”.
Para el imputado es fácil que puedan determinar dónde se encontraba a la hora del crimen. Versión que pueden corroborar con los amigos que lo acompañaban, o con los pagos electrónicos que hizo con su tarjeta, un antecedente no menor que, de ser así, lo liberaría de toda participación.
Prueba de sangre
Eso si. Hay una prueba irrefutable que sólo se conocerá cuando el OS-9 de Carabineros entregue los resultados de las muestras de sangre que lucía la ropa del joven el día de su detención. El ADN permitirá confirmar o descartar si el fluido rojizo es del imputado, producto de un corte que sufrió en una de sus manos, o del militar asesinado.
Esta diligencia ya la pidió Dobson y espera tener cuanto antes los resultados.
Crimen
El homicidio del militar ocurrió alrededor de las 3,30 de la mañana, debido a un entrevero protagonizado por un par de personas que compartían a esa hora, en las mesas 6 y 7 del local de alcoholes de calle Errázuriz.
Así consta en el parte policial, que recoge los dichos del regente, de que a las 3,30 horas fue alertado de que “un joven que se encontraba en la mesa 7, quien vestía con buzo color blanco, polerón color blanco, tez morena, contextura delgada, zapatillas color blanco, acompañado por otro individuo de sexo masculino quien vestía vestimentas oscuras, siendo el primero de los nombrados que sin provocación alguna apuñaló con un cuchillo de aproximadamente diez centímetros en la zona del estómago a un masculino que se mantenía en la mesa 6, quien vestía polera blanca y jeans, cayendo al suelo desangrado”.
El agresor se mantuvo en el local y con el mismo cuchillo apuñaló por la espalda al amigo que acompañaba al herido, resultando ser Felipe Villanueva Vivanche.
Huyó en auto
Los testigos relatan que el agresor huyó en un automóvil. Primero manifestaron que era de una marca y modelo y después rectificaron a un Hyundai de color rojo, vehículo que resultó ser de Bryant y que la Sip encontró esa mañana en los estacionamientos del Hospital Clínico.
Acá es donde surgen nuevas interrogantes, porque el imputado asegura que después de salir de la fiesta navideña familiar para reunirse con un amigo, el auto lo dejó en José Menéndez al llegar a España. Esto fue a las 2,45 horas y de ahí caminó hasta Bories esquina Plaza de Armas, sector Club de la Unión. “Luego bajamos hasta la disco Lux (ex Templo), ubicada en Pedro Montt 957, donde existen cámaras municipales que pueden confirmar mi relato”, declaró el amigo que acompañaba a Bryant.
“Ahí estuvimos (se refiere a la disco Lux) hasta las 4,50 horas, donde al ingreso igual hay cámaras”, añadió.
Luego llamaron a otro amigo que los pasó a buscar a O´Higgins con Pedro Montt, y se desplazaron a un local que funciona como local llamado Zona Cero, en calle Ignacio Carrera Pinto, entre Plaza Sampaio y Lautaro Navarro. A ese lugar entraron a las 5,10 horas. También existen cámaras y si eso fuera poco, el testigo declaró que en la disco que estuvieron primero, la Lux, les escanearon el Pase de Movilidad a la entrada.
En este último local es donde Bryant se habría herido un dedo de la mano. En el baño la ampolleta no funcionaba y al enroscarla y apretarla se rompió. Esto, según su versión, le dejó un corte profundo. “Tomamos la decisión de irnos del lugar porque salía mucha sangre y se limpió en su polera y pantalón. Le dije que mejor vayamos al hospital y fuimos por su auto que estaba estacionado en José Menéndez con España. Salimos de ahí aproximadamente a las 5,40 horas”, escribió el amigo que dice haber estado ese día con el imputado.
Esta es la explicación de por qué Carabineros halló el auto de Bryant en el hospital, a donde fue a requerir atención de urgencia.
Todo esto se contrapone con la declaración del militar que llegó herido, y que aún permanece en el hospital, que apenas vio a Bryant lo reconoció como su agresor. Una versión que ha mantenido en declaraciones posteriores. La otra persona clave es el regente, que estuvo cerca del autor de las puñaladas.
¿Y cómo se explica que el agresor escapara en un auto rojo estacionado fuera del Private, el mismo que luego encontraron en el estacionamiento del centro asistencial, siendo que el imputado y amigo sostienen que el auto estaba en José Menéndez y España, a poco más de 3 cuadras del sitio del suceso?
“Tenemos a un autor que está libre”,
afirmó la defensora regional pública
Frente a todos los antecedentes que se han conocido, más otros que pudieran recopilar esta semana, la defensora regional pública, Gustava Aguilar Moraga, dijo que están evaluando presentar un recurso ante la Corte de Apelaciones de Punta Arenas, instancia donde esperan revertir la medida prisión que entró a cumplir su representado, tras ser formalizado por el delito de homicidio.
Junto al abogado Pablo Santander, mencionó que el fin de semana se entrevistaron con el amigo que ese día acompañaba a Bryant Alvarez quien fue enfático en desmentir que hayan estado en el club nocturno Private de calle Errázuriz. “Nos indicó todos los lugares donde estuvieron, hasta cerca de las 7 que lo llevó al hospital porque había sufrido un corte”.
Reflexiona en cuanto a que hay dos familias que están sufriendo, “la de la víctima con la cual nosotros empatizamos, porque están sufriendo la pérdida de un ser querido en una situación absolutamente lamentable, pero también existen los familiares de una persona que está privada de libertad que, muy probablemente no es el autor, entonces tenemos a un autor que sí está libre”.
“Esperamos contar más antecedentes”, respondió la defensora ante la consulta de si apelarán la prisión. “Siempre cabe la posibilidad de pedir que el tribunal superior revise la resolución del juez”.