Detienen a 37 miembros de una banda que prostituía a menores alojadas en centros públicos de Madrid
Las jóvenes eran obligadas a vender droga y a mantener relaciones sexuales para lo
que se escapaban de las instituciones en las que estaban ingresadas.
Las prostituían, las obligaban a consumir drogas y a traficar. Las encerraban en departamentos que en realidad eran burdeles. Menores todas ellas. Tuteladas en centros públicos. Se fugaban. Un día sí y otro también.
La Policía detectó que una chica huía con una frecuencia excesiva. Volvía, pero en ocasiones pasaban algunos días sin que regresara al centro. La siguieron. Durante meses. La investigación fue creciendo, tomando forma y ha concluido, ahora, con la detención de 37 inmigrantes que formaban una banda que explotaba a las menores.
Ha sido la Policía quien ha dado todos los detalles: la banda explotaba sexualmente a las menores. Casi siempre a cambio de drogas. Todas estaban recluidas en centros de menores. Dice la Policía que la Comunidad de Madrid era responsable de nueve de ellas. Otra estaba en un centro de la provincia de Guadalajara. La Comunidad lo niega. Dice que sólo tres de las niñas ahora liberadas estaban bajo su tutela.
La investigación empezó en abril. Entonces comenzaron los seguimientos a una chica. No era normal que se fugara con la frecuencia que lo hacía. Cuando se escapaba, la menor se prostituía a cambio de dinero o de drogas. Poco después descubrieron que esta niña no era la única. Otras ‘compañeras’ del centro de menores hacían lo mismo.
Habían caído, se descubrió, en manos de una banda de delincuentes. Ahora hay 37 detenidos. Entre ellos un hombre de 65 años, ecuatoriano, que está en prisión desde el pasado 12 de agosto, cuando presuntamente mató a puñetazos a otro hombre. También ha sido detenido el rapero Saymol Fyly, con 150.000 suscriptores en su cuenta de Youtube. La mayoría de los detenidos son dominicanos. El juez ha decretado el ingreso en prisión de ocho de ellos.
Las menores fueron contactadas por los responsables de la banda a través de redes sociales. Se ganaron su confianza y, poco a poco, las fueron introduciendo en el mundo de la prostitución. Captadas por los delincuentes, a cambio de drogas o bien estaban obligadas a mantener relaciones sexuales con clientes o a repartir droga. Algunas hacían de ‘camello’ subidas en patinetes. También obligadas.
En ocasiones, dice la Policía, las chicas eran trasladadas al polígono Marconi, una zona a las afueras de Madrid conocida por centro de prostitución callejera.
La clave de la investigación, además del seguimiento de una de las menores, se encuentra en la fuga de una de ellas.
Encerrada durante tres días en un departamento del distrito de Usera utilizado como punto de venta de droga -lo que se conoce como un narcodepartamento-, la menor consiguió escaparse y pedir ayuda en un estanco -establecimiento de ventas de cigarrillos- próximo. Allí llamaron a la policía.
Al departamento, según la investigación, llegaban clientes en busca de droga.
La persona que los recibía, una mujer, les ofrecía a los clientes no sólo la droga que requerían, sino los servicios sexuales de la menor que tenían encerrada.
La operación policial, una vez identificados todos los miembros de la banda, se desarrolló los últimos días de 2021 y se ha conocido este 3 de enero.
Entre el material incautado, una cámara de fotos que aún se está analizando por si pudiera contener material pornográfico grabado a las menores. Sobre los detenidos pesan ya acusaciones de agresión sexual, prostitución de menores, tenencia de pornografía infantil, detención ilegal y delito contra salud pública.