Necrológicas
5,6 hectáreas de bosque nativo serían taladas

Organizaciones vecinales y ambientales valoran recurso para detener trabajos en sector aledaño al parque María Behety

Domingo 23 de Enero del 2022

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  • Mientras tanto, la maquinaria continúa removiendo el terreno para el proyecto inmobiliario “Brisas del Estrecho”,
    desarrollado por la empresa Rentas Inmobiliarias Salfa S.A y que cuenta con el aval del municipio y de Conaf.

 

Aunque las leyes indiquen que todo está en regla y que el proyecto “Brisas del Estrecho”, de la empresa Rentas Inmobiliarias Salfa S.A cumple con todo lo estipulado en el papel, como ocurre habitualmente en este tipo de proyectos, se olvida que la naturaleza no se guía por estos parámetros. La construcción de este complejo habitacional en una zona aledaña al parque María Behety, que contempla la destrucción de 5,6 hectáreas de bosque nativo, tiene indignados a vecinos del sector Archipiélago de Chiloé, que exigen un estudio de impacto ambiental que determine el daño que se causará a la flora y fauna, y que puede, además, ser un potencial peligro para quienes terminen habitando ese lugar, por las aguas subterráneas que llegan hasta la laguna del parque, lo que podría crear un nuevo “pueblo hundido”.

Como ya ha ocurrido otras veces en iniciativas que se concretan sin esta clase de estudios y que después se lamentan, se presentó un recurso de protección ante la Justicia para detener estos trabajos. La junta de vecinos Archipiélago de Chiloé y organizaciones comunitarias y ambientales, están detrás de esta acción judicial. María Belén Bravo Serra es vecina del sector hace 18 años y además, trabajadora social y activista ambiental. El jueves realizó una presentación en la sede vecinal con el fin de describir el territorio afectado, “y con lenguaje técnico que he estado recabando, por medio de ingenieros forestales y ambientales, que nos describen la zona como un área de inundación latente y eso sale descrito en el plano regulador, por eso el cuestionamiento a la construcción de viviendas de cualquier tipo, porque no es una zona apta para la construcción”, denunció.

En ese sentido, detalló que “las aguas presentes, tanto subterráneas como superficiales, constituyen un canal alimentador del parque María Behety, que es un humedal protegido por ley, entonces ese es uno de los puntos gravísimos. Además, el territorio donde se va a realizar esta construcción corresponde a un bosque relicto, especies endémicas de la zona, lenga y ñirre, que en la actualidad se encuentran en pequeñas superficies. Hoy en día se encuentran en parque Chabunco, María Behety y en este sector urbano”.

No solamente representa un daño ambiental irreparable (por más que Conaf asegure que se reforestará con el mismo tipo de árboles) sino que además, María Belén Bravo recalca que “la empresa Salfa no cuenta con el permiso de edificación, el proyecto no ha sido subido al Servicio de Evaluación Ambiental, que es la respuesta que me dieron en el Ministerio de Medio Ambiente, a través de las consultas ciudadanas. Pero no obstante, Conaf, que sabemos que es una empresa privada, les otorga el permiso para talar 5,6 hectáreas de bosque nativo, y la propuesta de reforestación que tienen es que comenzaría este año o el próximo, pero ese proceso se genera por árboles que se plantan en cualquier espacio en la ciudad, y aquí estamos hablando de un bosque”.

La Coordinadora Social de Magallanes apoya este recurso de protección, porque junto con el daño al medio ambiente, añaden el tema de la dignificación de la vivienda. Al respecto, Paulina Sandoval, de la organización social, declaró: “Fuimos convocados a conocer esta problemática y vimos que esto, además de tener un carácter judicial, se requiere que sea visibilizado por la ciudadanía, porque es algo que no es nuevo y hace ocho meses el humedal del parque María Behety fue declarado un lugar para ser protegido. Con todos estos antecedentes, sentimos que debíamos hacernos presentes para frenar o ver que esto sea regulado de la forma que corresponde”.

Sandoval recalca que “nosotros creemos en el derecho a la vivienda, pero que esté a la par con la protección de la naturaleza y de las futuras generaciones. Hay que buscar un lugar más idóneo, porque ese sector tiene cauces de agua por debajo y va a significar casas rodeadas de cemento, con posibilidades de inundarse, como ya ha pasado en este sector del Archipiélago de Chiloé. De los errores hay que aprender, y ahora, en vías de una nueva Constitución y nuevas vías de hacer política, decimos basta”.

Justamente, el presidente de la Junta de Vecinos Archipiélago de Chiloé, José Necul, confirmó la preocupación que podría afectar al sector. “Ojalá logremos parar esto y no tengamos un nuevo pueblo hundido en el futuro, como ya ha pasado. La idea no es estar en contra de la dignidad de las viviendas sociales para la gente, el tema es que debemos tener conciencia de lo que se vive a nivel mundial con respecto a la protección del medio ambiente”, expresó Necul, que mostró el sector donde se está trabajando y que está separado por una reja. “Ese sector está visto, dentro del plan regulador, como inundable, por lo tanto, se debería prohibir la construcción de viviendas bajo una normativa que salió de Contraloría. El sector donde se está construyendo es distinto, porque es más elevado, más seco, la napa subterránea, los afluentes que pasan por debajo de este terreno, al romperlo, tenemos miedo que no solamente se destruyan más de 600 árboles, sino que se destruya el parque María Behety. Insisto en que no estamos en contra de la vivienda social, pero no destruyendo el medio ambiente. Queremos que vengan expertos que hagan un estudio de impacto ambiental de toda esta obra, porque ya en el pasado tuvimos edificios que se inundaron hasta 60 centímetros. Y cuando se desbordó el río de las Minas quedó comprobado que la naturaleza busca su curso y esperamos que no tengamos otro pueblo hundido”, finalizó José Necul.