Admisión universitaria y la brecha entre público y privado

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ientras permanece abierto el proceso de admisión universitaria, siguen efectuándose análisis y comparaciones que dan luces respecto de la realidad de la enseñanza chilena.

En general, el proceso 2022 registra un alza respecto de las postulaciones, según los datos entregados por los 45 planteles educativos adscritos al Sistema de Acceso a la Educación Superior. De hecho, se cifró en 6% tal alza.

Nuestra principal casa de estudios superiores, la Universidad de Magallanes, no fue la excepción y este año recibió 2.093 postulaciones válidas, de las cuales 932 se hicieron efectivas, quedando 425 en lista de espera.

La Umag ofertó 27 carreras, de las cuales Medicina, Enfermería, Derecho, Kinesiología, Arquitectura, Ingeniería Comercial e Ingeniería Civil, ranking que, en gran parte, se condice con las preferencias nacionales expresadas por los casi 117 mil estudiantes que hicieron su primera postulación.

Inicialmente las autoridades del sector realizaron una evaluación positiva de este proceso, destacando que hubo menor diferencia entre las postulaciones de aquellos alumnos provenientes del sistema privado respecto de aquellos que cursaron enseñanza media en el sistema municipal y establecimientos técnico-profesionales.

De los 76 mil 25 estudiantes de recintos públicos que rindieron la PDT, sólo 30 mil 919 fueron seleccionados, es decir, el 40% de alumnos de colegios municipalizados y de los servicios locales de educación accedió a una carrera impartida por una universidad del sistema único.

Esto se debe contrastar con que el 79,5% de los estudiantes de colegios privados lograron ingresar a la carrera postulada (21 mil 364 de los 23 mil 734 que postularon).

Así, si bien el Mineduc insiste en hablar de disminución de brechas, lo cierto es que el sistema imperante sigue siendo injusto con los y las jóvenes de aquellas familias más desposeídas, económica y socialmente hablando.