Paraguay: ministro de Interior fue destituido por presuntos vínculos con narcotraficante

• 4 de febrero fue el día en que Arnaldo Giuzzio había enfrentado la amenaza de un juicio político por “mal desempeño” de sus funciones

El Presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, destituyó este martes a su ministro de Interior, Arnaldo Giuzzio, después de conocerse denuncias sobre sus contactos con Marcus Vinicius Espíndola Marquez de Padua, presunto narcotraficante detenido en Brasil.

El jefe de Gabinete de la Presidencia, Hernán Huttemann, anunció a periodistas la decisión del Mandatario, que aseguró se sustenta en “la profunda convicción y necesidad de salvaguardar la legitimidad del Ministerio del Interior”.

Además, confirmó que Giuzzio será reemplazado por el hasta ahora asesor de la Presidencia en Asuntos Estratégicos, Federico González.

El jefe de gabinete también señaló que el Presidente designó a la actual ministra de Justicia, Cecilia Pérez, como asesora en Asuntos de Seguridad de la Presidencia.

La salida del Giuzzio se produjo después de que medios locales se hicieran eco de contactos del hasta ahora ministro con un presunto narcotraficante brasileño, a lo que el ex funcionario aseguró que estos contactos se produjeron antes de que él tuviera conocimiento de que pertenecía a una “organización criminal”.

El ex ministro de Interior explicó a través de un hilo en Twitter, que recibió el año pasado la visita de Marcos Vinicius en una unidad de la Policía Nacional de Paraguay denominada Agrupación Especializada, en carácter de “representante de la empresa Black Eagle”.

Detalló que en la reunión de aquel entonces estuvo “acompañado de personal técnico”, a quienes Marcos Vinicius “exhibió equipos tácticos que ofrecía su empresa”.

Según Giuzzio, el sujeto hizo llegar al Ministerio “una propuesta sobre blindaje”.

También admitió que a finales de diciembre, en un viaje familiar, tras un desperfecto mecánico que sufrió su vehículo en territorio brasileño decidió volver a Ciudad del Este, en Paraguay, y arrendó un vehículo de la empresa Ombu, propiedad del señalado narcotraficante, para continuar su trayecto.

El pasado 4 de febrero, Giuzzio había enfrentado la amenaza de un juicio político por “mal desempeño” de sus funciones, pero la propuesta no avanzó en la Cámara Baja por falta de los votos necesarios.