La nueva forma de encarar los delitos económicos

– Hay casos tan indignantes y sensibles, como los de colusión y abusos en mercados tan importantes como el de los medicamentos, el papel higiénico y los pollos, que han perjudicado a la inmensa mayoría de los chilenos.

Ya en 2019, se alertaba de que los delitos económicos aumentaron en 537% en Chile en los últimos 14 años.

Desde 2020 está en discusión parlamentaria el proyecto de ley que modifica diversos cuerpos legales con el propósito de aumentar las penas, junto con permitir técnicas especiales de investigación.

La rebaja de la pena impuesta al empresario Ponce Lerou por el caso Cascadas, de US$62 millones a US$2,7 millones, revivió la antigua demanda y anhelo.

Las más altas autoridades del país, han afirmado que la penalidad por delitos de “cuello y corbata” es modesta en comparación a otros países, como por ejemplo Estados Unidos.

En este contexto, se ha configurado una sensación generalizada que, a mayor nivel socioeconómico del imputado, menor es la chance de lograr una sanción oportuna y eficiente.

Por lo tanto, resulta imprescindible perfeccionar los tipos penales y dotar de mayores herramientas investigativas al Ministerio Público para hacer frente de forma enérgica a este tipo de delitos. En efecto, el análisis en materia de lavado de activos es indiciario de la importancia de técnicas especiales de investigación.

En concreto, para hacerse cargo de esta realidad problemática en materia de delitos económicos, se requiere enfocar la regulación en dos ámbitos. En primer lugar, corresponde dar una respuesta eficaz frente a los abusos económicos, que lesionan el bien jurídico tutelado, en cual las víctimas con la legislación vigente se encuentran en la más absoluta indefensión. En segundo lugar, se debe trabajar con el propósito de eliminar espacios de impunidad y de inequidad en la persecución penal.

El mes pasado el proyecto de ley fue aprobado en general, siendo remitido a la Comisión de Constitución.

Hay casos tan indignantes y sensibles, como los de colusión y abusos en mercados tan importantes como el de los medicamentos, el papel higiénico y los pollos, que han perjudicado a la inmensa mayoría de los chilenos.

Ya no debieran haber clases de ética como sanciones, sino que castigos con pena de cárcel efectiva. Terminar con los privilegios y poder sancionar a todos de manera igual, es algo muy demandado por la ciudadanía en los nuevos tiempos que corren.