Ataques caninos y la tenencia responsable de mascotas

• En lo que concierne a los perros, la relación entre el propietario y su mascota debe ser, primero, de respeto hacia el animal, brindándole las condiciones de vida apropiadas, y, segundo, de armonía con el entorno, asumiendo la responsabilidad por el comportamiento del can.

La excesiva cantidad de perros en las calles de Punta Arenas ya no es novedad. Sí el drama que cada cierto tiempo afecta a las personas que son mordidas por estos animales, porque detrás de cada caso hay una historia que merece ser contada para que efectivamente se tome conciencia de la magnitud del problema.

Este jueves, La Prensa Austral dio cuenta de dos ataques caninos, que afectaron a mujeres: una niña de 13 años y una fiscalizadora de salud de 60 años. El primero de ellos sucedió en la calle y el segundo en el antejardín de una propiedad, hasta donde la funcionaria concurrió a fiscalizar un caso positivo de Covid.

Sobre este último episodio, un aspecto central de esta materia es que las personas asuman en forma efectiva la responsabilidad que tienen si decidieron criar en su casa a una mascota, sobre todo si se trata de un animal que eventualmente podría tornarse agresivo con otros individuos en determinadas circunstancias. Este asunto es clave cuando se forma parte de una comunidad, pues nuestras acciones, así como pueden favorecer a la gente, también pueden afectarla negativamente.

En el caso de la niña que fue mordida en sus brazos por un perro callejero, cuando iba a comprar a un negocio de su barrio, el control de la sobrepoblación canina es una materia en la cual nadie puede sentirse exento.

Pese a que en el último tiempo la gente ha ido poco a poco tomando conciencia respecto de la importancia de ejercer una tenencia responsable de las mascotas, todavía queda mucho por avanzar en esta materia. Porque resulta más que obvio que muchos de los perros que deambulan sin rumbo por las calles de Punta Arenas en algún momento tuvieron dueño, personas que en un comienzo se encantaron con un cachorro, pero que con el paso del tiempo se fueron despreocupando de él hasta abandonarlo a su suerte.

Por eso, en lo que concierne a los perros, la relación entre el propietario y su mascota debe ser, primero, de respeto hacia el animal, brindándole las condiciones  de vida apropiadas, y, segundo, de armonía con el entorno, asumiendo la responsabilidad por el comportamiento del can. En consecuencia, no corresponde desatenderse de sus actos.