Gobierno chino confinó a 43 millones de personas
China se enfrenta a una explosión de casos de Covid-19 inédita desde el comienzo de la pandemia en Wuhan en 2020, con rebrotes en el noreste del país y en las metrópolis de Shenzhen y Shanghai que las autoridades locales tratan de atajar aplicando la estricta política de cero coronavirus.
El país asiático anunció la detección de 3.602 casos locales de Covid-19 en su parte continental, de los cuales más de 3.000 se localizaron en la provincia nororiental de Jilin, fronteriza con Rusia y Corea del Norte.
Desde el lunes 14, sus 26 millones de habitantes tienen prohibida la salida de la provincia, una directriz que no se aplicaba en China desde que se vetó salir a los pobladores de la provincia central de Hubei, cuya capital es Wuhan, durante el primer brote de la pandemia a comienzos de 2020. El nuevo confinamiento es el más grande en vigencia, superando al ya vigente de Shenzhen, con 17 millones de personas.
La estrategia china de “cero Covid dinámico” prevé el aislamiento de todos los infectados y sus contactos cercanos en instalaciones destinadas a tal efecto, lo cual añade presión al sistema hospitalario de los sitios donde se registran rebrotes.
La ciudad meridional de Shenzhen, de 17 millones de habitantes, decretó el pasado fin de semana la cancelación de los servicios de transporte público y se han restringido los movimientos en los vecindarios tras un rebrote que deja 551 casos activos en la urbe, según los últimos datos oficiales.
El brote también ha impactado en la capacidad industrial de Shenzhen, situada en la zona de China conocida como la “fábrica del mundo”: la tecnológica taiwanesa Foxconn, el mayor ensamblador mundial de los iPhone, anunció la suspensión de las operaciones en sus fábricas y las restricciones han provocado pronunciadas caídas en las bolsas de Hong Kong y China continental.
Desde el inicio de la pandemia, se infectaron 120.504 personas en el país y han muerto 4.636, según las cuentas oficiales de China.