Apoderados protestan para terminar con actos de “bullying” al interior del Instituto Don Bosco
“Hay muchos niños que caen en depresión y los padres reclamaron por la alta violencia”, manifestó la madre de un estudiante víctima de maltrato y agresiones por parte de sus compañeros.
Un grupo pequeño de apoderados decidió manifestarse ayer en la mañana en las afueras del Instituto Don Bosco, en Maipú esquina Chiloé, en protesta por actos de “bullying” al interior del establecimiento salesiano.
Como vocera actuó Angélica Aparicio Aguilar, mamá de un niño afectado por este tipo de hechos.
Justamente el pasado miércoles 16 de marzo fue el último episodio en que el menor fue víctima de violencia y por eso la madre decidió llevarlo al hospital a constatar lesiones. Ahí mismo aprovechó de estampar la denuncia ante el carabinero de guardia del Hospital Clínico de Magallanes, en la Fiscalía, en el Juzgado de Famillia y también en la Superintendencia de Educación.
“En estos momentos el niño está con licencia médica, y hago un llamado a los papás a que no callen más este tipo de acciones, como los bullyings, y que las víctimas se atrevan a hablar”, emplazó la mamá del niño afectado.
Lamentó que el colegio no dé la cara, además de criticar que tampoco haya establecido un protocolo como corresponde a este tipo de hechos de connotación violenta.
“La respuesta que me dan es que mi hijo está encerrado en la biblioteca para que no le hagan nada en los recreos. ¿¡O sea, los que lo agreden andan sueltos y él tiene que estar aislado para que no le hagan nada?!”, interpeló Angélica Aparicio.
“No es posible que abusen de un niño con discapacidad y que este tipo de conductas se repitan. Sobre todo en una comunidad salesiana, religiosa, de la que uno esperaría como mínimo que tuviera un protocolo de procedimientos”, reclama la mamá.
Los afectados son niños de 12 y 13 años de séptimo básico, que están supervisados por adultos en los recreos, “que intervienen recién cuando mi hijo es agredido por otro alumno con golpes de pie y puño. De esto hay certificados médicos”, dijo la apoderada.
Las agresiones son entre alumnos de la misma edad. “No es posible que no tengan seguridad dentro de un colegio con más de mil alumnos”, lamentó la apoderada, señalando que a su hijo lo empujan, le hacen zancadillas, lo insultan , lo amenazan de muerte, entre otras cosas, “y nadie supervisa nada”.
El menor lleva un tiempo en este colegio, y proviene de otro donde también le hicieron bullying en su momento.
“Hay muchos niños que caen en depresión y los padres reclamaron por la alta violencia”, manifestó la madre.