Desinterés de cuidar a la tercera edad

• Entre todos, tenemos que impulsar un cambio cultural, que permita valorar más a los adultos mayores y respetarlos y, a la vez, formar  profesionales especializados en su atención e impulsar políticas públicas que aseguren a este grupo etario condiciones de vida que no sean vejatorias ni paupérrimas.

El envejecimiento poblacional es una realidad compartida en las diferentes latitudes del globo y que conlleva crecientes desafíos principalmente ligados al cuidado de los adultos mayores.

Desde la academia, cada vez son más frecuentes los trabajos y estudios sobre la materia. Recientemente se dieron a conocer los resultados de una encuesta internacional realizada a 2.250 estudiantes de Enfermería de China, Chile, Egipto, Hong Kong, India, Grecia, Palestina, Filipinas y Arabia Saudita. La muestra nacional estuvo compuesta por 267 jóvenes de pregrado de segundo a cuarto año, todos voluntarios, quienes respondieron a una invitación abierta. 

Según los resultados, los encuestados en cinco regiones (incluida China continental, Grecia, Hong Kong, Palestina y Arabia Saudita) tuvieron una actitud negativa con respecto a las personas mayores: fue el grupo que obtuvo menos preferencias para trabajar en futuras elecciones profesionales.

En comparación con China continental, los encuestados de Chile, India y Filipinas tenían más probabilidades de estar dispuestos a atender a pacientes de la tercera edad, un poco menos los estudiantes de Egipto y Grecia.  

Considerando este fenómeno demográfico, es que diversos gobiernos han buscado adaptar sus sistemas y adecuar sus políticas públicas. En América Latina, Uruguay ha sido una nación señera en tal sentido, al impulsar la Ley de Cuidados y construir un sistema para garantizar a este grupo etario y a otros segmentos poblacionales de fuerte dependencia (niños y personas con algún grado de discapacidad) una protección social más igualitaria.

Magallanes es una región que también enfrenta el envejecimiento demográfico y que tiene que abordar esta temática en cada una de sus aristas.

Entre todos, tenemos que impulsar un cambio cultural, que permita valorar más a los adultos mayores y respetarlos y, a la vez, formar  profesionales especializados en su atención e impulsar políticas públicas que aseguren a este grupo etario condiciones de vida que no sean vejatorias ni paupérrimas.