Senador Alejandro Kusanovic: “Con las bencinas estamos pagando las habas que se comió el burro”

Alejandro Kusanovic no anda con medias tintas. Bastaron dos intervenciones ante la sala del Senado para mostrar las credenciales que lo pusieron a la testera del Consejo Regional, que lo llevaron a ganarse el apelativo de “sheriff” y obtener los votos necesarios para instalarlo en el edificio del Congreso Nacional en Valparaíso.

“Con las bencinas estamos pagando las habas que se comió el burro”, señaló a inicios de semana en medio de la sesión donde hizo presente la necesidad de revisar el impuesto específico a los combustibles, una extensión -señala- de lo que ha sido la impronta de su recién iniciado trabajo legislativo, algo que en las primeras horas fue visto con distancia y sorpresa por parte de sus colegas senadores. “Claro que me miraron raro, pero de a poco han ido entendiendo que uno tiene una visión distinta, desde afuera. Ahora lo que hay que hacerlos entender es que todos los problemas se han ido generando por esa clase política tradicional que se ha coludido con los parlamentarios, algunos por ignorancia, otros sabiendo. Por eso en mis primeras intervenciones les dije que me preocupaba lo que pasó en la constitución del Senado, donde hubo deslealtades, traiciones, faltas de consideración, faltas a la verdad, porque, si eso pasa acá -les dije-, ¿cómo nos vamos a sorprender de lo que ocurre afuera? Entonces, no nos quejemos si nosotros no somos capaces de dar el ejemplo, les remarqué. Cuando hablé todos miraban para otro lado, pero de a poco empezaron a escuchar y parecieron entender”.

Esa es la radiografía inicial que Kusanovic entrega de la que será “su casa” por los próximos 8 años, entendiendo que el trabajo será arduo pero que requiere de un “mea culpa” por parte de actores que son relevantes en el devenir de la realidad nacional. 

– Su postura suena bastante revolucionaria y también utópica.

– “Sí, y también la he planteado al interior de Renovación Nacional (es independiente parte de esta bancada). Aquí hay un problema que hemos generado nosotros mismos, y yo no estaba antes, pero igual he sido cómplice. Hablo de los partidos tradicionales, desde el Partido Socialista a la Udi, que por más de 30 años han generado los problemas que estamos viviendo. No se trata de atacar a los gobiernos de izquierda ni de derecha, pero nadie en este país ha sido capaz de hacer un mea culpa, porque es más fácil hacerse los lesos. Se hicieron cosas buenas, pero también malas, y hoy partidos como Renovación Nacional deben transformarse en revolucionarios para recuperar principio y valores, porque no se pueden seguir amparando, por ejemplo, los abusos como las colusiones de las farmacias, de los pollos, del confort, que en cualquier país de libre mercado como Estados Unidos terminan con 20 años en la cárcel, una multa de 3 mil millones de dólares y con el cierre de las empresas. Ese es uno de los tantos errores que aquí debemos corregir”.

La administración Boric

– ¿Qué opinión le han dejado estos primeros días de la administración Boric?

– “Es prematuro evaluar, pero está viviendo temas complicados. No es fácil pasar de ser extrema oposición a gobierno; es complejo cambiar de rol y asumir que ahora se tiene la responsabilidad de gobernar. Un ejemplo es lo ocurrido con el carabinero que quedó herido, porque todos fueron a ver al estudiante, pero nadie se preocupó de quien los representa en defensa del Estado. En ese tipo de contradicciones deben ordenarse pronto, sino les va a traer problemas”.

– Hay quienes critican al Presidente Boric acusando “volteretas”, ¿cuál es su opinión de aquello?

– “Lo importante es que el Presidente tenga la convicción de estar en lo correcto. Todos tienen derecho a rectificar, a cambiar, si no cambiamos no corregimos y si no corregimos no evolucionamos. No hay nada más hermoso que decir me equivoqué y ahora haré lo correcto. En Chile nos hemos vuelto orgullosos y la clase política, hoy tan desprestigiada, tiene mucha responsabilidad en eso”.

– ¿Cuál es su posición respecto del quinto retiro de fondos previsionales?

– “Si fuera por mí sacaría toda mi plata, pero es una mala política del Estado y eso destruiría más la situación en que estamos. Es pan para hoy y hambre para mañana. Se entiende que la gente se sentiría feliz de pagar las deudas, pero también hay que entender que por ese medio no es el camino correcto”.

– ¿Y la postura en el tema de las bencinas, más allá de pagar las habas…?

– “Un escándalo. El impuesto fue lo correcto el 86 producto del terremoto, pero era una cosa transitoria. Lo malo es que en Chile lo transitorio queda permanente. Yo planteé que Magallanes junto a Aysén, por el clima, las distancias, la falta de carreteras y por el no tener terremotos, no pueden seguir pagando por las habas que se comió el burro. Pagar por un insumo es casi medieval en esas condiciones, como cuando iban con un garrote a sacarte el impuesto a la propia casa. El Iva es casi un 20% y el impuesto específico cerca del 30%, vale decir, la mitad de lo que pagamos por litro corresponde a impuestos. Aquí Chile requiere que el tema impuesto se transparente, que tenga una razón. Si hay que subirlos se haga con argumento, pero no sigamos inventando un montón de cargas. Hay que controlar bien y ser eficientes, nada más”.

– Finalmente, ¿qué visión tiene del trabajo de la Convención Constituyente?

– “Tenemos un espectáculo no muy bonito, poco grato y la verdad que veo un futuro complejo. Lo ideal es lograr una buena Constitución, linda y ordenada, pero esto se ha ido saliendo de control y al final nos perjudica a todos porque crea incertidumbre, porque el que quiere invertir no sabe qué hacer porque no sabe lo que va a pasar”.