A 75 años de la Primera Expedición Antártica Chilena
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ras casi dos meses en el Territorio Antártico Chileno, el transporte Angamos y la fragata Iquique culminaron, el 22 de marzo de 1947, la Primera Expedición Antártica Chilena, la cual estuvo al mando del comodoro Federico Guesalaga Toro.
Fue una expedición que superó diferentes dificultades, en donde la Armada de Chile cumplía diversos objetivos entre ellos la construcción de la Estación meteorológica y radiotelegráfica Soberanía, primera base nacional en el continente antártico, cuya primera dotación estuvo al mando del teniente primero Boris Kopaitic O’Neill, siendo inaugurada el 6 de febrero de 1947, constituyendo un hito fundamental en la historia de nuestro país.
De igual manera, se comenzaron a tomar los primeros registros meteorológicos en el Territorio Chileno Antártico, siendo estos registros fundamentales y el inicio de trabajos científicos de la Armada de Chile en aquellos lejanos territorios.
El trabajo incesante de construcción de la base, así como de exploración y registros hidrográficos, conllevó un compromiso por parte de todos aquellos participantes en aquella Primera Comisión Antártica, en donde fueron invitados diferentes intelectuales y científicos, entre los que destaca Oscar Pinochet de la Barra, Francisco Coloane Cárdenas y Eugenio Orrego Vicuña.
En agradecimiento a los diferentes objetivos logrados en esta histórica comisión, en forma espontánea se construyó una cruz, la cual fue instalada en las cercanías de la base naval el 19 de marzo.
Sin embargo, las tareas no estaban completas, es de esta manera que entre las jornadas del 20 y 21 de marzo se realizó la construcción de la primera Ayuda a la Navegación en el Territorio Chileno Antártico, en punta Prat en isla Roberts, la cual recibió el nombre de Faro Prat. Esta consistió en una estructura metálica con un fanal alimentado por gas acetileno, contando su luz una frecuencia de 10 segundos, escribiendo Eugenio Orrego en su diario “es una luz chilena en los mares antárticos”.
Emotivo mensaje
Antes de partir de bahía Chile, el comodoro Guesalaga se dirigió a la dotación de la primera base chilena en la Antártica señalando: “Quedáis aquí al servicio de la Patria. Sólo el pensamiento fijo en ella y el estrecho afecto de nosotros mismos os harán llegar firmes al final…me despido deseándoos a todos una estadía provechosa para la nación, para la marina, que representáis en suelo antártico desde este momento”.
Al partir la última lancha, los miembros de la dotación formados en muelle Soberanía entonaron el Himno Nacional, iniciando así el primer aislamiento por parte de miembros de la institución en el Territorio Chileno Antártico, manteniendo durante casi un año sólo contacto radial y telegráfico, conociendo la rigurosidad del mundo antártico y las maravillas de su naturaleza, escribiendo una historia única entre mar y soledad.
Hoy, tras 75 años de estos acontecimiento, en donde la partida de la Primera Expedición Antártica marca un hito trascendente en nuestra historia, la Armada de Chile mantiene importantes labores de presencia permanente en el Territorio Chileno Antártico, tanto con la histórica Base Naval Antártica Arturo Prat como con la Gobernación Marítima de la Antártica Chilena, en donde se suma el despliegue constante de unidades en tareas de sostenimiento logístico, operación estival de Capitanía de Puerto Bahía Paraíso y Alcaldía de Mar Rada Covadonga, salvaguardando la vida humana en el mar y la seguridad e intereses territoriales, en donde más de 76 Ayudas a la Navegación se mantienen operativas, manteniendo el legado de aquella Primera Expedición Antártica que marcó el devenir de Chile con su límite en el Polo Sur.