Magallanes y su identidad científica y paleontológica

• Tyndall, así como el sector de Cerro Guido, han atraído el interés mundial. Lamentablemente, no se aprecia en Magallanes que haya la misma valoración respecto de la importancia que tienen desde la perspectiva paleontológica y científica, en general.

En dependencias del Museo de Historia Natural de Río Seco, se presentó a mitad de semana a “Fiona”, nombre con el cual se bautizó al fósil del ejemplar hembra de un ictiosaurio hallado en el glaciar Tyndall.

La investigadora a cargo del proyecto es la joven magallánica Judith Pardo, paleontóloga e investigadora del Centro de Investigación Gaia Antártica, de la Universidad de Magallanes.

Se trata de un ejemplar íntegro que está siendo trabajado para que pueda ser apreciado por la comunidad, gracias a un trabajo colaborativo en el cual se ha creado una red virtuosa entre expertos regionales y profesionales extranjeros, principalmente de Alemania.

El glaciar Tyndall, que está en retroceso, se ha convertido en un verdadero santuario de la paleontología, desde que en 2003 de encontraran los primeros restos fósiles de esta especie de reptil marino. Hoy, ya son más de 76 los esqueletos identificados de ictiosaurios y se suman otras especies botánicas.

Todo esto abre grandes interrogantes, pero también desafíos, siendo uno de ellos que se debe establecer en tal lugar un laboratorio permanente que otorgue mejores condiciones a los equipos investigadores y para que, junto con el resguardo de Conaf, se establezca un perímetro de seguridad que impida que el sitio siga erosionándose y/o que los fósiles se puedan dañarse o ser robados.

Tyndall, así como el sector de Cerro Guido, han atraído el interés mundial. Lamentablemente, no se aprecia en Magallanes que haya la misma valoración respecto de la importancia que tienen desde la perspectiva paleontológica y científica, en general.

Estos lugares y los hallazgos que siguen realizándose en ellos -sumados a otros que se están efectuando en diversos puntos de la región- ameritan que haya una mayor inversión regional en ciencia, que se cree un plan de difusión de estos conocimientos y que se dote a los investigadores de laboratorios y equipos pertinentes.

Con tamaños descubrimientos, está claro que Magallanes debe tener mayor conciencia de su identidad científica y paleontológica y que la zona tiene que tener un museo ad hoc que permita que estos hallazgos y los conocimientos que de ellos se desprenden estén disponibles para los turistas, pero, particularmente, se acerquen a los habitantes de nuestra región.