Necrológicas

Los conflictos que detonaron la suspensión de la venta de talcos J&J en todo el mundo

Sábado 13 de Agosto del 2022

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La marca hasta la fecha ha recibido cerca de 40 mil denuncias
por utilizar asbesto, un componente cancerígeno, sin embargo,
ellos aseguran que la decisión no se debe a esto.

La empresa de cuidado personal Johnson & Johnson (J&J, son sus siglas) suspendió la venta de sus talcos para bebés en todo el mundo.

La decisión se trataría de un “medida comercial”, sin embargo, la organización ya acumula casi 38 mil denuncias por “causar cáncer”.

A finales de julio del 2020, la justicia de Misuri, EE.UU., condenó a la empresa a pagar 2.100 millones de dólares (poco menos de 2 mil millones de pesos chilenos) luego de determinar que había “vendido a sabiendas a los consumidores productos que contenían asbesto”.

Los demandantes, en esa ocasión, afirmaban que el uso del talco de Johnson & Johnson para su limpieza íntima había provocado cáncer de ovarios, según recogió DW.

No obstante, el récord legal de la empresa antes de esta decisión inició en mayo de ese mismo año, cuando decidieron dejar de comercializar el producto en Estados Unidos y Canadá.

Ahora, dos años más tarde, Johnson & Johnson decidió retirar el talco de sus estanterías de manera prolongada a partir de 2023.

Sumado a esto, optaron por reemplazar el contenido -no dieron a conocer si en su totalidad o parcialmente- por almidón de maíz.

Sin embargo, en un comunicado entregado por la empresa negaron que la determinación se debiera a las acusaciones legales o a que sea efectivo que el compuesto cause cáncer, tal como lo han denunciado cerca de 40 mil personas.

De acuerdo a la Sociedad Americana del Cáncer, este compuesto químico suele ser usado en la industria naval y de construcción para usarse como aislante.

Cuando las partículas de este mineral se alojan en los pulmones, “con el tiempo, las fibras pueden acumularse y causar cicatrices e inflamación, lo cual puede dificultar la respiración y llevar a serios problemas de salud”, describe la asociación.

El asbesto ha sido clasificado como un cancerígeno humano reconocido por el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos (HHS), por la Oficina de Protección Ambiental (Epa) y por la Oficina Internacional para la Investigación del Cáncer (Iarc), informaron.