Féretro de la reina Isabel II llegó a la capital escocesa de Edimburgo

Los restos mortales de Isabel II se encuentran desde ayer en la tarde en el Salón del Trono del Palacio de Holyroodhouse, en Edimburgo, la parada final de este primer recorrido que ha realizado el féretro de la monarca desde que abandonara ayer el Castillo de Balmoral. Tras un trayecto de 170 kilómetros por carretera donde el cortejo fúnebre pasó por Ballater, Aboyne, Banchory, Drumoak, Cults, Aberdeen, Dundee, Perth y Tayside, hasta llegar al lugar donde permanecerá hasta hoy antes de poner rumbo mañana a la cercana Catedral de St Giles.

El duque de York y el príncipe Eduardo, acompañado este último por su mujer Sophie de Wessex, protagonizaron una de las primeras imágenes de la Familia Real británica a las puertas del castillo. Esperaron la llegada del coche fúnebre custodiado por la policía que llevaba el ataúd de su madre, cubierto en la parte superior con el estandarte real de Escocia y una corona de flores. Allí se han encontrado con su hermana, la princesa Ana, que había viajado en la comitiva desde Balmoral y no ocultaba en su rostro la profunda tristeza que siente en estos momentos.

Cientos de personas se agolparon en las inmediaciones del Palacio de Holyroodhouse, situadas todas ellas detrás de una valla de seguridad mientras mostraban sus respetos a la monarca. También aprovechaban para inmortalizar con sus teléfonos celulares el momento de la llegada del vehículo principal, que había cruzado el río Forth a través del cruce de Queensferry.

La multitud reunida en la Royal Mile guardó primero silencio mientras llegaba la comitiva fúnebre, para después estallar en aplausos y vítores en honor a la fallecida. Ya sea a pie de calle, sobre un puente, en una ladera o en plena autovía, los británicos han querido despedirse de su querida Reina y muchos de ellos no han podido evitar las lágrimas. 

A su llegada a Edimburgo, el cortejo fúnebre pasó primero por delante del Parlamento escocés, donde sus líderes políticos se concentraron fuera de la sede para rendir tributo a la monarca. Allí estaban la primera ministra Nicola Sturgeon, el conservador Douglas Ross, el laborista Anas Sarwar y la jefa de los Verdes, Lorna Slater.

Después, cuando la comitiva alcanzó el Palacio de Holyroodhouse, fue recibida por la Guardia del Rey escocesa antes de que los porteadores del ataúd sacaran el féretro del coche y lo llevaran hasta dentro del castillo.

El rey Carlos III y su esposa Camilla viajarán hoy hasta Edimburgo, donde el recién nombrado monarca se unirá a sus tres hermanos para caminar en procesión detrás de los restos mortales de su madre cuando estos sean llevados a la Catedral de St Giles, donde se celebrará una vigilia en la que estarán los citados miembros de la Familia Real británica.

Además, ayer también se ha hecho oficial la proclamación del nuevo rey Carlos III en diferentes ceremonias que han tenido lugar por toda Gran Bretaña y la Commonwealth, desde Windsor y los parlamentos descentralizados de Escocia, Gales e Irlanda del Norte, hasta las lejanas capitales de Canadá, Australia y Nueva Zelanda. También se dispararon 21 salvas de cañonazos frente al Castillo de Edimburgo, el Castillo de Cardiff y el Castillo de Hillsborough, en Belfast, en medio de gritos de ‘Dios salve al Rey’.