“Las aves nos pueden ayudar mucho como centinelas del cambio global y a ser más sustentables”
- Tomás Altamirano conversó con El Magallanes sobre el rol fundamental que juegan estas especies tanto en procesos ecosistémicos como en el bienestar humano. Advierte que hoy la montaña es uno de los ecosistemas más vulnerables al cambio climático.
- La estrategia identifica una veintena de amenazas, colocando entre ellas a la generación, transmisión y distribución de energías renovables, por lo que esperan aportar para que la industria del hidrógeno verde se desarrolle en forma sustentable.
Las aves cumplen un rol fundamental no sólo en los procesos ecosistémicos, sino en el bienestar humano. “Nos pueden ayudar muchísimo como centinelas del cambio climático y a ser más sustentables”, plantea el coordinador de la Estrategia Nacional de Protección de las Aves, Tomás Altamirano.
Este instrumento fue lanzado en enero pasado y busca entregar información y alentar la cooperación público-privada, de tal forma que se comprenda que es absolutamente necesario trabajar por la protección y conservación de estas especies, pues ellas y sus hábitats están siendo desafiadas por diversas amenazas, siendo la principal el cambio climático.
Chile tiene un endemismo importante asociado a diversos ecosistemas. El 40% de las aves que habitan en Magallanes y los bosques subantárticos son endémicas.
“Si bien no tenemos un país megadiverso como Colombia, sí somos únicos en ese sentido”, apunta Altamirano.
“Las aves nos pueden ayudar muchísimo como centinelas del cambio global y no me refiero al cambio climático, sino también a todos los cambios a gran escala que estamos produciendo como humanos, lo que involucra a especies exóticas invasoras, el impacto de desarrollo de energías. Las aves nos pueden ayudar a ser más sustentables·, remarca.
También resalta el vínculo indisoluble entre las comunidades locales y las aves.
Las 20 amenazas
Chile tuvo dos estrategias nacionales de protección de las aves antes que la lanzada en enero. Una en 1992 y otra, en 2004, ambas fueron principalmente impulsadas por la Unión de Ornitólogos de Chile y por la Universidad de Chile.
Pero, se consideró que había pasado mucho tiempo y el Ministerio de Medio Ambiente se planteó este desafío, generando desde el Estado una articulación público-privada. La estrategia propone 58 acciones a desarrollarse en diez años.
Altamirano es el coordinador de tal trabajo, en el cual está siendo apoyado por la National Audubon Society, la ONG más grande en materia de conservación de las aves que existe en Estados Unidos.
El experto también es integrante del Centro Internacional Cabo de Hornos y el Chic como el Centro de Rehabilitación Leña Dura (Ricardo Matus y Olivia Blank) y el Centro Bahía Lomas (Heraldo Norambuena y Carmén Espoz) son algunos de los representantes del Comité de Implementación de la Estrategia, el cual se lanzará durante este mes de octubre.
-En esta estrategia, se identifican 528 especies nativas y 20 amenazas principales. En el caso de nuestra región, ¿cuáles son las amenazas más acuciantes?
-“Las 20 son amplias, van desde el cambio climático hasta el desarrollo no sustentable de algunas industrias, hasta pesca incidental o la captura y caza ilegal.
“Las más importantes para la zona y, para Chile al final, fueron 7 u 8. Pero, cambio climático fue la más importante y transversal, que tiene un nivel de incertidumbre respecto de cómo va a afectar, a qué especies va a afectar y a qué comunidades. Para esto, requerimos más información.
“Las especies exóticas invasoras son un tema tremendo en esta zona. El castor, el visón, los perros y gastos sin tenencia responsable.
“Después tenemos el tema de desarrollo no sustentable, dado, entre otros, por la generación de energía o la salmonicultura. En el país, también tenemos identificadas amenazas como el desarrollo no sustentable forestal o agrícola”.
– ¿En qué medida el cambio climático afecta a las aves?
-“Por varias razones. Primero, se relaciona con las temperaturas y cómo van cambiando las precipitaciones, pues esto cambia el hábitat. Por ejemplo, se está reportando que el bosque comienza a subir a las montañas y tenemos una gran cantidad de especies que sólo habita la alta montaña y empiezan a quedar sin hábitat porque el bosque comienza a subir. También el cambio climático afecta por la intensidad de las marejadas, pues tenemos una gran variedad de especies que tienen sitios importantísimos, como Bahía Lomas en Magallanes, de refugio, de alimentación y algunas de reproducción de especies playeras. Entonces, la intensidad de las marejadas podría generar un efecto como de trampa, eventualmente. Por último, la intensidad y severidad de los fuegos de los incendios forestales aumenta mucho con este nuevo escenario”.
Para Altamirano, la heterogeneidad de los territorios es la base para la sustentabilidad del desarrollo humano en el amplio sentido. “Si nosotros homogenizamos biológicamente y también culturalmente hablando, probablemente esos territorios van a ser mucho menos resilientes al cambio climático”, apunta.
También declara que “las aves son nuestras grandes aliadas. En Magallanes, estos bosques, dos tercios de la vegetación se dispersa por aves, lo que es el síndrome de ornitocoría. ¿Y por qué es importante? Si no tenemos bosques, imagínate cómo va a escurrir el agua en las cuencas, cómo la calidad de las aguas va a disminuir y eso impacta directamente en las poblaciones; la gran cantidad de comunidades que trabaja en los bosques también podría estar amenazada; y, por otro lado, las aves también juegan un rol importante en las economías locales. Hay ejemplos importantes en Panamá, Costa Rica, otros lugares del mundo en que las aves han ayudado mucho a la recuperación pos pandemia, ayudando a recuperar sitios para las aves, dando empleo para las comunidades locales. El tema del aviturismo se ha comenzado a fortalecer luego de la pandemia”, expone.
Hidrógeno verde
-En Magallanes, se está generando un gran revuelo respecto de las proyecciones de la instalación de la industria del hidrógeno verde. ¿En qué medida esta estrategia consideró o no el impacto de esta industria?
-“La respuesta es sí. Dentro de las amenazas que se identificaron está la generación, distribución y producción de energías renovables -básicamente el desarrollo no sustentable es de esa industria- está incorporado. De las 58 acciones propuestas, hay 6 específicas para este tema, que incluye hidrógeno verde, pero también otras generaciones de energía.
“Esta estrategia lo que quiere es ponerse a disposición para lograr este desarrollo sostenible y tenemos dos escalas. La escala mundial, en no hay nadie que diga: ‘No necesitamos descarbonizarnos’. Necesitamos hacerlo y con urgencia. El cambio climático es la principal amenaza para los humanos y la biodiversidad. Las tasas en que esto está avanzando no tienen precedentes. Entonces, necesitamos innovar y generar energías renovables y mucho más amigables. Pero, por otro lado, tenemos el impacto local. No podemos llegar y hacer todo con un solo enfoque. Necesitamos generar esa información, tomar decisiones lo más informados posibles para que esto no sea un sacrificio o zonas de sacrificios específicas, que no se convierta, entonces, en lo que se han convertido otras industrias. Ahí, veo que hay una maquinaria andando en que podríamos priorizar eso para hacerlo bien. La estrategia está a completa disposición y ya está colaborando el Ministerio de Medio Ambiente con el Ministerio de Energía a través de este instrumento para elevar los estándares medioambientales y proponer estudios lo más eficientes y rápidos posibles para informar a esta industria. En general, la respuesta es que esto es necesario, pero hay que hacerlo bien y a escalas que tengan sentido local y no sólo con una mirada global”.