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Contraalmirante Donald Mc Intyre Griffiths, fundador de Puerto Williams

Jueves 1 de Diciembre del 2022

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John Griffiths Spielman
General de División (r)

Al repasar la vida de un gran y visionario oficial de marina no se puede dejar de lado parte de su vida dedicada a su querida institución, así como las circunstancias que lo llevaron -estando al mando de la III Zona Naval- a materializar la fundación de Puerto Williams, (ex Puerto Luisa) en el extremo austral de Chile continental, durante el año 1953.

En consecuencia, este breve escrito considerará, en primer lugar, aspectos biográficos del almirante Donald Mc Intyre, para luego destacar los aspectos profesionales más relevantes y finalizar con sus últimos años de vida una vez en retiro de la Armada.

Antecedentes biográficos

Donald Malcom Mc Intyre Griffiths, nace en Valparaiso, el 11 de noviembre de 1903, hijo  de padre escocés Donald Mc Intyre, y madre  de descendencia galesa, Isabel Griffiths Lyon. Previo a su ingreso a la Escuela Naval, realizó sus estudios escolares en el colegio The Mackay School, de Viña del Mar, el que se caracterizaba por inculcar en sus alumnos una educación de calidad, con especial énfasis en el desarrollo del carácter en un ambiente que fomentaba el esfuerzo personal, la fortaleza y tolerancia, aspectos que -sin lugar a dudas- marcaron y moldearon tempranamente la personalidad del personaje.

Vida profesional
en la marina

Su marcada vocación de servicio, lo llevó a que con 14 años de edad iniciara sus  estudios en la Escuela Naval en febrero de 1918, para egresar como guardiamarina el 15 de diciembre de 1922. Una vez egresado y después de prestar servicios como oficial en varias unidades de la Armada Nacional, en 1928 es destinado a la Escuela de Telecomunicaciones Navales, especialidad que eligió por ser ésta -con la llegada de la radio- una especialidad nueva, muy atractiva por la incorporación de tecnología y su alto impacto en las operaciones navales. 

En marzo de 1929 se completó el tercer curso de especialidad de telecomunicaciones para oficiales, compuesto por representantes de la Armada y del Ejército. Este curso había funcionado físicamente en el nuevo casino de oficiales de la Escuela Naval, bajo la tuición personal del comandante Alberto Brito. Los nuevos especialistas navales fueron los tenientes 1° Luis Andrade Lema, Enrique Lagreze Echavarría y Donald Mc Intyre Griffiths y los tenientes 2° Alfonso Zelada Muñoz y Oscar Lara Delpín. 

Entre 1930 y 1932 se desempeñó como oficial  instructor en la misma Escuela de Telecomunicaciones, ocasión en que demostró su excelente preparación profesional al confeccionar el Manual de Radiotelegrafía. Dicho texto, vino a satisfacer una urgente necesidad docente de la especialidad y constituyó una fuente de consulta permanente por varias décadas en generaciones de oficiales y gente de mar, destacando su vocación de educador. 

Su primer mando lo cumple en 1934, en la escampavía Sibbald, en donde se caracterizó por ser un oficial de sobresalientes condiciones tanto humanas, como por su capacidad para la maniobra de buques, prestigio que no lo dejará más durante toda su carrera. En este buque, navegó el río Maullín, siendo el buque de mayor tonelaje que ha entrado en ese estuario hasta esta fecha.

Entre los años 1936 y 1939, educando a futuros marinos, se desempeñó como jefe de estudios de la Escuela Naval, para pasar, desde 1940 en adelante, a diferentes unidades de la Escuadra. Ascendió a capitán de fragata, asumiendo como comandante del destructor Hyatt en marzo de 1943. Un año más tarde, en febrero de 1944, la Comandancia en Jefe de la  Armada dispusó dejar constancia en su hoja de servicios de una anotación de mérito por la difícil y riesgosa comisión que cumplió al auxiliar con el Hyatt -en pésimas condiciones de tiempo y mar- al vapor peruano Apurimac, la noche del 17 de octubre de 1943, en pleno desarrollo de la II Guerra Mundial.

A finales de esta conflagración mundial, es comisionado como adicto naval a la Embajada de Chile en los Estados Unidos, desempeñándose como tal entre 1944 y 1945, para asumir posteriormente, en el puerto de Nueva York, como jefe de la nueva flotilla de fragatas, compuesta por unidades adquiridas en los Estados Unidos por el gobierno de Chile. Es encargado de trasladar estas unidades a Chile el 1 de julio de 1946. 

Mientras se desempeñó como adicto naval, el comandante en jefe de la Marina  de los Estados Unidos de Norteamérica, almirante Chester W. Nimitz, le hace entrega de las insignias de la condecoración “Legión al Mérito” por sus servicios distinguidos en las tareas de acercamiento y comprensión entre ambas Armadas. De regreso al país, el año 1946, es ascendido a capitán de navío y destinado a ejercer el cargo de director de la Escuela de Grumetes, instituto de importancia fundamental para la formación de futuras tripulaciones, cargo que desempeña durante tres años. De esta forma, consolida su vocación de educador e instructor tanto en la valiosa tarea de formar oficiales de marina, entre 1936 y 1939, como de gente de mar entre1946 y 1948.

Siguiendo su trayectoria en el ámbito de educación y entrenamiento, el comandante en jefe de la Armada le solicita que se desempeñe como comandante del buque escuela  de guardiamarinas, el buque más antiguo de la Armada y uno de los más antiguos a flote, el crucero Chacabuco. De este modo, en 1950, asume como  comandante de dicho crucero, unidad en la que efectuó el viaje de instrucción de dos cursos de guardiamarinas. El 20 de enero de 1951 nuevamente es destinado a los Estados Unidos, para recibir el mando del crucero O’Higgins, (ex USS Brooklyn). 

Bajo su hábil y diestra conducción, en corto tiempo, este crucero es operado con seguridad y eficiencia, por toda la tripulación y esto permite que el O’Higgins se incorpore a las Escuadra Chilena en septiembre de ese mismo año. Permanece como  comandante de dicho crucero hasta noviembre de 1952. Durante ese año, le toca la penosa misión de rescatar a los náufragos del remolcador de alta mar Brito de la Armada de Chile, tarea en que evidencia, una vez más, sus “excepcionales condiciones para maniobrar buques, unidas a un gran coraje, definida cualidad que distingue a un caballero en el mar”, según  lo expresa una nota personal enviada por el secretario de la Marina de los EE.UU. en agradecimiento por haber rescatado en ese naufragio a un suboficial norteamericano, que se encontraba embarcado en dicho remolcador.

En diciembre de 1952 asciende a contraalmirante, desempeñándose primero como director general del Personal de la Armada y después, como comandante en jefe de la Tercera Zona Naval. En este último puesto lleva a cabo la fundación de Puerto Williams, ex Puerto Luisa, instalando allí una base naval, reforzando así nuestra soberanía terrestre y  marítima en las aguas del canal Beagle. La política de este verdadero ejercicio de soberanía efectiva siguió más allá y continuó con la instalación de pequeños destacamentos navales en las islas Picton, Lennox, Nueva y Diego Ramírez, en la tormentosa zona que años después sería reclamada por Argentina. 

Adicionalmente, el año 1954, por solicitud de los escasos colonos y pobladores, en la desembocadura del rio Baker, y siendo comandante en jefe de la III Zona Naval, el almirante Mc Intyre dispone la asistencia a las necesidades de dichos colonos, creando además en 1955 un puesto de Vigías y Señales de Caleta Tortel operado por personal de la Armada (telegrafista y un enfermero) e iniciándose la construcción de las primeras casas que darían origen a la actual comuna. El nombre “Tortel” proviene de Jean Tortel, marino francés que prestó sus servicios durante la Guerra de Independencia de Chile.

Sin duda, la concepción geopolítica de estos hechos constituyen una muestra clara de la preparación superior y visión geopolítica que de las necesidades de su institución y de su patria, tenía el almirante Donald Mc Intyre Griffiths. 

Es llamado a retiro, por decisión del gobierno de la época, el 26 de abril de 1955, por “defender con celo la defensa de los intereses de la Patria”. A juicio de lo expresado en sesión del Senado Nº28 del 31 agosto de 1955, por el Sr. González Madariaga, lo que provocó intensos debates e investigaciones entre el Senado, la Cámara de Diputados y el gobierno de la época. Su retiro de la Armada, en 1955, fue muy sentido y comentado por sus subordinados, quienes lamentaron el alejamiento de este jefe naval que marcó un hito importante en la Institución que lo cobijó por espacio de 35 años, demostrando un nitido liderazgo así como esforzandose siempre por ser un educador, formador y conductor de excelencia del personal naval, en los diferentes grados y categoría de su institución, aportando adicionalmente una clara y certera visión geopolítica, sin transar en la defensa de los intereses nacionales, aún si ello involucraba afectar los propios. 

En sus 35 años de servicios Donald Mc Intyre, obtuvo diferentes condecoraciones  otorgadas por Chile, EE.UU. y México, distinciones que no hicieron otra cosa que reconocer sus cualidades profesionales y humanas, las cuales reflejan su carácter, formación profesional, lealtad y patriotismo.

Sus años de vida 

después de la Armada

Una vez en retiro el 1 de septiembre de 1960, y mientras se encontraba cumpliendo servicios en la zona austral, Donald Mc Intyre creó la Escuela Mixta Nº3, para apoyar la educación de niños hijos de civiles y marinos, en la entonces comuna de Navarino, donde habitaban escasas familias. Este es el origen del actual “Liceo Donald Mc Intyre Griffiths”, que lleva como reconocimiento su nombre, siendo el único recinto educacional ubicado en Puerto Williams y que tiene el reconocimiento de ser tanto el “Liceo más Austral del Mundo”, como por poseer la condición de “Liceo Bicentenario”.

En conocimiento de su retiro, y en función de su destacada trayectoria y reconocida capacidad profesional, la Pontificia Universidad Católica de Chile le ofrece ejercer una función en la Escuela de Ingeniería Civil, donde forma con su disciplina y espíritu cívicos a varias generaciones de estudiantes de ingeniería civil. Luego de algunos años en ese cargo, pasa a ocupar el puesto de tesorero general de esa Universidad. Paralelamente, a esto y gracias a su gran espíritu de trabajo, se desempeña como gerente de la “Empresa Sociedad Embarcadora del Muelle de Caldera”. En 1970, se aleja de ambas actividades definitivamente, dejando en ellas profundos recuerdos de su espíritu de justicia, entrega y excelente trato con todos los que trabajaron a su alrededor.

Encontrándose desligado de toda actividad, el Supremo Gobierno le ofreció el cargo de embajador en Australia, en 1974, el cual abandona a comienzos de 1975 por motivos de salud. Durante mis años como cadete de la Escuela Militar, entre 1978 y 1981, tuve la oportunidad de visitarlo en su casa -en reiteradas oportunidades- recibiendo siempre un sano y oportuno consejo de su parte respecto de la vida militar. Donald Mc Intyre fallece en Santiago, el 15 de agosto de 1987 y sus restos descansan en una austera sepultura en el Cementerio General de Santiago, en cuya lápida sólo destacan su nombre junto al de su querida esposa Rita Dagnino Mc Donald.