Jornada reflexiva sobre nuestra historia a través del teatro se vivió en el Colegio Punta Arenas
En concordancia con una línea cada vez más marcada, de reflexionar sobre la historia de la región, el Colegio Punta Arenas ofreció el 30 de noviembre pasado, una función teatral, a cargo de estudiantes de primero y segundo medio. Bajo la dirección general de la profesora de Historia y Ciencias Sociales, Andrea Muñoz Fonseca, la compañía “Las Ovejas Negras” trabajó durante meses para preparar la obra “102 años de fuego en la Fom”, un montaje en que se representó una suerte de juicio histórico a quienes intervinieron en el incendio de la Federación Obrera de Magallanes, ocurrido el 27 de julio de 1920.
Pero no se trató de una representación más. Los estudiantes analizaron este episodio, lo discutieron y así construyeron el guión. Además, cada uno estudió muy bien a su respectivo personaje, logrando caracterizaciones notables y muy realistas. Todo acompañado por una orquesta, que iba tocando música para acentuar ciertos momentos.
La obra tuvo una duración de media hora, y posteriormente, la compañía respondió preguntas de los asistentes y reflexionaron sobre este hecho histórico.
Para la profesora Andrea Muñoz, “la idea surgió de mi proyecto de tesis para mi grado de magíster en Ciencias Sociales mención Patrimonio, que busca los beneficios de utilizar el patrimonio como una metodología para la enseñanza de la Historia y las Ciencias Sociales, especialmente en jóvenes de enseñanza media, porque en el currículum el patrimonio se limita a monumentos, museos, y quisimos innovar junto con el departamento de Lenguaje para la creación de esta obra donde son los alumnos los que hacen el guión, diseñan maquillaje, vestuario, montaje. Son 34 estudiantes en total. Como son tres cursos, dos primeros y un segundo medio, no todos actúan, porque todas las comisiones fueron elegidas en base a los intereses de los estudiantes. Algunos se dedicaron a los videos, documentación, vestuario”, detalló sobre el proceso, que iniciaron en junio.
De acuerdo al resultado, analizarán la posibilidad de presentar nuevamente esta obra a la comunidad. Pero el objetivo inicial, de acuerdo a la profesora, era desarrollarlo al interior del establecimiento. “Como nuestro proyecto educativo institucional se sustenta en la identidad regional, queremos que esta sea la primera de muchas obras”.
Pero los estudiantes quedaron muy entusiasmados tras recibir el aplauso de los asistentes y algunos expresaron su esperanza de poder tener más funciones.
Testimonios
Santiago Quezada, que representó al teniente coronel Aníbal Parada, destacó que “salió bastante mejor de lo que pensaba, pero practicamos bastante tiempo y me alegro que haya salido bien. Yo feliz de volver a representarla. Me ofrecieron hacer el personaje, porque encajo con la descripción”. En tanto, el personaje de Bastián Sanhueza fue un policía de las fuerzas de orden público. “Mucha emoción porque es primera vez que participo en una obra de teatro y un poco de nostalgia, porque es historia de la ciudad y la región. Nos sorprendió mucho la ocultación y las matanzas, y cómo se llevó a cabo, con un incendio al edificio, con asesinatos y a la vez, las fuerzas de orden público reprimieron de forma muy cuestionable, incluso para esa época. Se puede relacionar muchas veces con lo actual, aunque los contextos sean diferentes, pero si lo vemos en profundidad, puede ser parecido. Más allá de las fuerzas de orden, porque mi personaje policía ni siquiera sabía lo que pasaba, éramos mandados, por una orden estábamos ahí, y eso se repite”.
Otra reflexión entregó Benjamín Urra, que integró la banda musical. “En cuanto a la representación histórica, no hay que olvidar que la historia se escribe con sangre y de gente joven, que no alcanzó a disfrutar la vida. Y mientras esa sangre no caiga en el olvido y recordemos esos sucesos, esa sangre vale la pena y esa gente murió por algo. Pero también hay que ver que no todos los que vestimos botas de campaña y ropas camufladas somos asesinos. Yo soy militar, crecí en regimiento y no por eso soy mejor amigo de Pinochet o asesino. Ese régimen me quitó a mi abuelo, una parte de mi familia y uno es militar y la mayoría lo es no para reprimir a un pueblo que surge por una expresión”, manifestó el estudiante de primero medio.
Finalmente, Fernanda Quitral, que interpretó a Clío, la jueza en la obra, indicó que el proceso valió la pena, “porque hay un gran aprendizaje detrás. Empezamos con grupos de investigación, preparamos el guión, la búsqueda de personajes, en que cada uno sienta lo que está diciendo, para que puedan interpretarlo bien”. En su caso, su personaje fue una “alegoría de la historia del ejercicio de la memoria. Clío es una diosa que todo lo ve y que decide quién entra o no en la historia. La profe nos dio la idea, para que sea un juicio histórico”, describió. Por último, la estudiante expresó la voluntad de que “esta obra llegue a más gente, que puedan ver el trabajo que hicimos”.