El complejo escenario de padres que buscan matrículas para sus hijos
Frente a este contexto, autoridades comunales acusan fallas en el actual Sistema de Admisión Escolar (Sae).
Sillas, sombrillas, carpas, bolsos con provisiones y la brisa de Viña del Mar. Podría ser la descripción de un día tranquilo en la playa, pero decenas de familias se encuentran a metros de la costa, acampando, pero buscando un lugar para poder asegurar una matrícula para sus hijos.
Así, 25 grupos familiares locales llevan ya varios días instalados en las afueras del Colegio Hispano Americano en el sector de Reñaca Alto, transformando la calle de San Pedro de Atacama, en una suerte de campamento para apoderados.
En su mayoría, sus hijos y pupilos no han podido conseguir una matrícula por medio del Sistema de Admisión Escolar (Sae), ya sea porque han sido rechazados o porque los estudiantes aún figuran en las listas de espera del sistema del Ministerio de Educación.
“Yo ya voy a cumplir 24 horas aquí, porque llegué el domingo (1 de nero) al mediodía, pero aquí hay gente que ya estaba mucho antes (…). Estamos todos esperando, porque serían 25 cupos para todo el liceo. Estamos todos con la incertidumbre”, señala Jorge Maldonado, según lo consignado por La Estrella de Valparaíso, quien busca matricular a su hija en 1° medio.
La situación, ha llevado a algunos apoderados a entablar una verdadera carrera para poder acceder a un cupo, la cual incluye turnos y relevos entre distintos miembros familiares para no perder el puesto en la fila.
“Mi señora en este momento se fue a la casa con las niñas. Ella se quedó toda la noche aquí, hasta la mañana. Esto es verdaderamente denigrante… Supuestamente el sistema era para arreglar la educación, pero mire lo que pasa ahora. Tienes que hacer fila y después ver si es que el liceo te acepta. Vamos de mal en peor”, señaló Maldonado al medio anteriormente citado.
Algunos metros más allá, en la misma fila, en silla de ruedas y con su pierna enyesada se encuentra Carla Bórquez, quien aguarda en su puesto bajo una sombrilla esperando poder asegurar una matrícula para su hijo de 14 años.
“Llegamos el domingo, a la cinco de la tarde. Nosotros venimos de Forestal, porque mi hijo quedó fuera del sistema, no quedó en ningún liceo y por eso tuvimos que venir a hacer la fila”, señala al medio anteriormente citado.
A su vez, agrega, “esto ha sido totalmente desagradable, más aún en las condiciones que yo me encuentro: tengo una fractura de pie, estoy en silla de ruedas”, sostuvo la mujer a La Estrella de Valparaíso, junto con señalar que tuvo que dormir en una carpa para preservar su lugar.
La espera en
incertidumbre
A siete horas y cinco minutos por la Ruta 5-S, la situación a las afueras del Colegio Adventista del sector Vegas de Perales en Talcahuano en la Región del Biobío, es similar.
Capeando el calor, entre sillas de playa y café para mantenerse despiertos, un grupo de apoderados pasó la noche haciendo fila en las afueras del recinto educacional, el fin era el mismo: conseguir una matrícula.
“Con mi hijo hicimos la postulación, nos cambiamos de casa desde San Pedro a Talcahuano, pero donde quedó está muy lejos. Así que vine a ver si logro un cupo acá, porque nos queda a la mano, y por mi trabajo es la mejor opción”, señaló Alvaro Rojas en las afueras del recinto, al medio La Estrella de Concepción.
“Llegué a las cinco de la tarde por si acaso, y ya había varías personas, así que me quedé”, agregó el apoderado al medio anteriormente señalado, quien busca una matrícula en segundo básico para su hijo, Luis.
La situación, preocupa a las autoridades gremiales de la zona, la cual sería una escena que se repite año a año.
“Como gremio advertimos que no era bueno hacer este de forma digital, porque iba a perder mucha afectividad y relación en la escuela misma, enfrió esa relación entre los padres y la escuela. También planteamos que este sistema iba a ser conducido por un algoritmo muy centralizador y burocrático, y no hemos andado lejos, porque ha sido así (…)”, señaló a la Estrella de Concepción el director de la Corporación Nacional de Colegios Particulares (Conacep), Daniel Villarroel.
Asalto a apoderado
De vuelta por la Ruta 5 Sur, 503 kilómetros hacia el norte, en las afueras del Colegio María Inmaculada en la comuna de Providencia en Santiago, la escena vuelve a repetirse en la mañana del martes recién pasado: un padre realiza una fila, como cientos de apoderados a nivel nacional, para conseguir un cupo para su hija.
No obstante, aquí los acontecimientos tomarían otro rumbo, mientras se encontraba en su auto a la espera de su turno para ingresar, sufrió un violento asalto.
“Cuatro personas con pistola me redujeron, me sacaron del vehículo. Me dejaron en el suelo, me robaron el reloj, el celular, el vehículo, el computador del trabajo y algunos otros artículos personales”, detalló la víctima al medio 24 horas. En el sitio del suceso, se encontraban más apoderados junto con él, quienes llevaban varias horas en las afueras del recinto ubicado en la intersección de las calles Mallinkrodt con Bellavista.
“Nosotros somos todos papás que estamos buscando un cupo en un colegio, y lo que me da mucha lata es que tenemos que estar pasando una noche, llegamos acá un poco antes de las 12 de la noche”, señaló al medio anteriormente citado.
Emplazamiento
al gobierno
Consciente de la situación que se encuentran viviendo cientos de apoderados a lo largo del país, incluyendo quienes están en su comuna, el alcalde de Paine, Rodrigo Contreras, criticó el actual Sistema de Admisión Escolar, acusando “graves deficiencias”, que en su proceso final, se traducen en “un trato indigno para cientos de familias”. “Llevamos años escuchando a distintos expertos y líderes de opinión hablar sobre el derecho a una educación gratuita y de calidad, del fin a las injusticias sociales y poder terminar con las inequidades, pero el Sae como política de Estado justamente agrava todo lo anterior y por eso requiere ajustes y mejoras urgentes”, señaló el edil mediante un comunicado de prensa.
De esta forma, advirtió que, “como alcalde de Paine me niego a naturalizar las carpas en la ciudad, padres y apoderados haciendo fila o familias acampando fuera de los colegios por una matrícula. ¿Qué ideal de inclusión, de lucha contra la desigualdad o fin de la segregación escolar nos propone el Sistema Admisión Escolar, así como está planteado hoy día? Como municipalidad debemos gastar más de un millón de dólares, anualmente, para que nuestros niños y niñas, los estudiantes de una comuna rural, puedan trasladarse a clases”.
De acuerdo con lo señalado por Contreras, hace algunos meses le manifestó sus reparos al propio ministro de Educación, Marco Antonio Avila.
“El Sae tiene serias fallas, las familias de Chile lo saben. Y nadie se hace cargo. Todos hablan de la calidad de la Educación y hacen políticas públicas pensando que es cosa de sacar y poner patines, en nuestras comunas rurales como es el caso de Paine, con distancias enormes; la realidad es que los niños caminan kilómetros, los padres gastan dinero en transporte, y su acceso a la educación se vuelve una travesía”, acusó.
Emol