Proyecto entre Asmar y Umag permitirá reutilizar granalla en mezclas de construcción
100
toneladas al año de residuos calculaba que genera la Armada, una realidad que comienza a cambiar, gracias a un proyecto que desarrollan hace cuatro años con la Universidad de Magallanes
Los buques que entran en mantenimiento en Asmar, son limpiados de los residuos que quedan adosados a sus paredes, con granalla, una especie de escoria de cobre, el que después quedaba simplemente desechado. En la Armada calculan que se generaban alrededor de 100 toneladas al año de residuos, una realidad que comienza a cambiar, gracias a un proyecto que desarrollan hace cuatro años con la Universidad de Magallanes.
Basado en el concepto de economía circular, se reutilizó un 60% y el 40% restante se traspasó a este proyecto, que según explicó el administrador de Asmar Magallanes, el capitán de navío Gonzalo Mitrovich, “iniciamos hace cuatro años con la Umag, para reutilizar este abrasivo con el que quitamos la pintura de los barcos. Vimos qué podíamos hacer con ese desecho y analizamos la factibilidad de usarlo en reemplazo del árido de los morteros de cemento. Se hicieron las pruebas de laboratorio hace un año y medio, dieron buenos resultados, y ahora estamos en la segunda etapa, de construcción de una losa para ver cuál es la resistencia”, describió, prueba que es clave para continuar en la utilización de otro proceso productivo enfocado a la industria de la construcción.
Concremag es la empresa con la que se encuentran trabajando en la construcción de esta losa y, si todo resulta, serán los depositarios de la granalla para que puedan usarla en este proceso. El administrador de la planta de hormigón de la sucursal Punta Arenas de Concremag, Cristopher López destacó que “este proyecto tiene como llamativo que usamos esta granalla para utilizarlo en hormigón, y este hito culmina este proyecto e industrializarlo. Lo principal es que las fuentes de áridos naturales se están agotando, entonces lo que busca esta reutilización de materiales es que podamos tener nuevas fuentes de materias primas y generar una economía circular real”.
La mezcla fue dividida en muestras para ensayos en laboratorio para hacer ensayos de resistencia y durabilidad, que son más específicos.
En esta labor está enfocada la Umag, en que la directora de la carrera de Ingeniería en Construcción, Yasna Segura, explicó que en lo que respecta a la casa de estudios, “este proyecto está en su tercera fase, que es un hormigón de prueba para ver cómo se comporta en pavimento. La primera fase fue ver cómo se comporta la gramalla en un mortero y de ahí, la segunda fase fue para ver su durabilidad respecto de los ciclos de hielo y deshielo que afectan a la región, y los ataques de sulfato que afectan a los hormigones en nuestro clima”.