Estudiará con su nieto: la historia de una de las 16 adultas mayores que ingresará a la educación superior
- La nueva alumna de la Universidad de O’Higgins ingresó a Terapia Ocupacional. Según cuenta,
su sueño es trabajar en el centro Teletón de la zona y ayudar a otro de sus nietos, con Tea.
Cada año, el proceso de selección universitaria deja distintas historias humanas destacables dentro de los miles de nombres que logran un cupo en la Educación Superior. Este año, además, se estrenó la Prueba de Admisión a la Educación Superior (Paes), que busca marcar una nueva etapa en la forma de acceso y de reconocimiento a las trayectorias; mirar más allá del puntaje y centrarse en el camino recorrido por los postulantes.
Una de esas historias lleva el nombre de Rosa Morales, una adulta mayor de 61 años quien ingresó a la Universidad de O’Higgins, para estudiar la carrera de Terapia Ocupacional. Además, no lo hará sola, puesto que sus primeros ramos los compartirá con su nieto mayor, Nicolás Soto, quien estudiará medicina; ambas carreras de la Escuela de Salud del plantel.
Si bien este año hubo 187.225 postulaciones a lo largo el país, la Subsecretaría de Educación Superior detalló a Emol que 166 adultos mayores (60 años o más) estaban inscritos en alguna de las pruebas; de ellos, 115 rindió alguna, y 27 concretaron su postulación. En tanto, sólo 16 resultaron seleccionados. Entre ellos, Rosa.
Energía y empuje
Y aunque Rosa no es la mayor -el seleccionado más longevo tiene 72 años y estudiará Administración Pública en Santiago-, ella representa a ese grupo de personas que mantiene viva la energía para estudiar por primera vez o continuar con ese camino en caso de haber completado otros desafíos. En el caso de ella, la razón de su elección tiene un alto componente emocional.
“Estoy feliz de estar en el lugar 13 de los convocados a terapia ocupacional; mi sueño es realizarme en el nuevo centro de Teletón aquí en la zona de Rancagua”, sostuvo la nueva alumna. Esto, porque según profundizó más tarde, tiene otro nieto diagnosticado con Trastorno del Espectro Autista (Tea).
“Veo que hay muy poco apoyo hacia ellos, entonces por eso decidí esta carrera, porque me interesa poder ayudarlo, y demostrar que nunca es tarde para aprender”, agregó.
Nieto orgulloso
En tanto, Nicolás dijo estar muy orgulloso de su abuela, puesto que anteriormente ya habían conversado sobre la posibilidad de que ella estudiara tras terminar el colegio. “Ella siempre me dijo que sí, que tenía ganas y siempre quiso seguir estudiando. Y ahora que lo hizo, estoy muy orgulloso por ella, porque toda esa motivación que tuvo durante años al fin tuvo frutos, y podrá hacer lo que ella quiera”, señaló.
Rosa además contó que a mediados de año fue a visitar el plantel, y sus razones para seleccionarlo fueron la infraestructura y lo cerca que le queda de su casa, porque “no me gusta viajar”. Además, comentó, en broma, que con su nieto ahora van a “competir para ver quién va a ser de los mejores”.
Emol