“La juventud a veces espera que las cosas le lleguen desde el cielo y nada llega del cielo si uno no se esfuerza”
- La alumna egresada del Liceo Salesiano Monseñor Fagnano de Puerto Natales alcanzó mil puntos en la prueba de Historia, 987 en la de Lenguaje y 971 en la de Matemática, que le aseguran su ingreso a la Pontificia Universidad Católica, en Santiago.
La perseverancia es una palabra que define el actuar de Valentina Szigethi Mercado. A sus 17 años esta adolescente destaca por su cercanía y también por la claridad de sus palabras. Alegre y comunicativa es esta egresada del Liceo Salesiano Monseñor Fagnano de Puerto Natales, que sobresalió por los puntajes obtenidos en la Prueba de Acceso a la Educación Superior (Paes).
Mil puntos en la prueba de Historia, 987 puntos en Lenguaje y 971 puntos en Matemática le permitieron acceder sin complicaciones a la casa de estudios de su preferencia, la Pontificia Universidad Católica, en Santiago.
“Yo sabía que me había ido bien, pero tenía algunas dudas con la prueba de Historia. Cinco días antes de los resultados me di cuenta de que tenía todas las respuestas buenas. Sentí que había obtenido puntaje nacional, pero no dije nada porque quería estar segura de eso. El 2 de enero en la noche me llamaron desde el Ministerio de Educación para confirmar que había tenido puntaje nacional. En Lenguaje sabía que iba a sacar sobre 850 puntos y en Matemática no pensaba obtener tanto puntaje”, confiesa.
Aunque postuló a la carrera de Historia (quedando en el primer lugar de los seleccionados), ahora está en la duda y no sabe si mantener esa decisión o cambiarse a Derecho o a Administración Pública.
Los puntajes de Valentina le permiten hacer el cambio y en la universidad le señalaron que puede analizar sus opciones, pero que debe decidirse antes de ingresar a clases, es decir, a principios de marzo.
La joven natalina de 17 años dejará la región por primera vez. Cumplirá su mayoría de edad el 22 de abril y espera vivir en Santiago junto a su gatito Charly. Tiene previsto viajar a fines de febrero y espera con ansias sus primeros días de clases.
Siempre ha sido una estudiante metódica y esforzada. Por lo mismo, esperaba obtener buenos puntajes en Historia y en Lenguaje, y ha tenido positivos resultados en Matemática, pero no tenía previsto sacar más de 900 puntos en esa prueba.
Valentina es la hija menor del matrimonio conformado por María Mercado y Nelson Szigethi. Hace tres años comenzó a compatibilizar sus estudios con la venta online de ropa juvenil. Esto le ha permitido reunir recursos para financiar sus actividades.
Se esforzó por obtener puntajes destacados para optar a beneficios económicos que le permitan financiar su carrera universitaria. Su condición económica familiar es vulnerable y por ello espera acceder a la gratuitud. Ya averiguó y en marzo le confirmarán si se le entrega el beneficio, que está preaprobado. También supo que debe tramitar una beca de 500 mil pesos (al año) que le otorgaría la UC por sus puntajes destacados.
Derecho, Historia o
Administración Pública
Desde segundo medio hasta el primer semestre de 2022 Valentina quería estudiar Derecho. Pero durante el año pasado comenzó a interesarse en la posibilidad de seguir la carrera de Historia, a la que finalmente postuló quedando en el primer lugar con 983 puntos ponderados.
Gracias a un programa de cambio por vocación en la UC, tiene la posibilidad de matricularse en otra carrera si es que cuenta con el puntaje para hacerlo (lo que en su caso sí ocurre).
Sus dudas están entre Historia, Derecho y Administración Pública, carrera que también le genera interés ya que considera que es una mezcla entre Ciencias Políticas y Derecho. “Tengo el mes de febrero para pensarlo y debo estar decidida cuando comiencen las clases el 6 de marzo”, señala.
En Santiago quiere vivir en un lugar independiente, ojalá sólo para ella, en el que pueda estar con su gatito Charly. Esta será su primera experiencia viviendo sin su familia. A veces surge un poco de temor, pero después olvida las aprensiones iniciales porque se siente una persona independiente y confía en que su experiencia en solitario será positivo.
No quiere reprobar ninguna asignatura, ya que aspira acceder a la gratuidad y a mantener ese beneficio mientras curse sus estudios superiores.
Cuenta con orgullo que desde los 15 años maneja una tienda de ropa online para adolescentes y ahora está preparando una liquidación final de los productos que todavía tiene en stock. Ese emprendimiento es parte del esfuerzo con que realiza sus actividades para obtener sus objetivos.
Valentina estuvo hasta primero medio en el Liceo María Mazzarello y después se cambió al Liceo Salesiano Monseñor Fagnano.
Al evaluar su experiencia educativa, opina que “si uno se queda con lo que aprendió en el colegio no va a tener un buen puntaje, ni siquiera sobre 700 puntos. El colegio era bueno en general pero el último año se sintió la pérdida de lo académico. Como volvimos después de la pandemia, el Ministerio de Educación no quiso tomar un enfoque tan “full” con los contenidos, y hacerlo más con actividades recreativas. Los niños de básica estaban contentos pero nosotros, los de cuarto medio, no nos sentíamos así porque tuvimos una pérdida de contenidos durante los primeros meses. Siento que esto no fue tanto por el colegio sino que porque el Ministerio quiso enfocarse en la salud mental porque se supone que estábamos estresados por la pandemia”.
En tercero medio comenzó un preuniversitario como un acercamiento a los contenidos de la Prueba Paes. Cuando estaba en cuarto medio asumió el desafío de prepararse con mayor conciencia para obtener los mejores puntajes posibles en las tres pruebas que rindió: Lenguaje, Historia y Matemática. A su juicio, además de su vocación por el estudio, la ayudó tener buena memoria y habilidad matemática.
La importancia
de esforzarse
Al consultarle sobre el hecho de que los egresados de Ultima Esperanza no tienen buenos resultados en las pruebas de admisión a la educación superior, la futura universitaria es tajante. Dice que “hay capacidad pero también un poquito de inmadurez. Puede coincidir quizás con que Punta Arenas es más grande, hay más colegios y hay más competencia”.
Recuerda el desayuno realizado en la Casa de los Intendentes con los jóvenes que obtuvieron puntajes destacados en la Prueba Paes y la mayoría eran hombres y casi todos de colegios privados. “Entonces quizás hay una relación entre los resultados y los colegios con mejor rendimiento académico. Yo no tuve la posibilidad de estudiar en colegios como el Británico o el Cruz del Sur, pero siento que cuenta mucho la preparación propia, la disciplina y la fuerza de voluntad. Yo tuve compañeros que decían que quieren ser ingenieros y médicos, pero tú no los veías haciendo algo concreto para esforzarse y lograr eso”, advierte.
Sin querer sonar como soberbia, pero consciente de la importancia de esforzarse, la adolescente recalca que “la juventud a veces espera que las cosas le lleguen desde el cielo y nada llega del cielo si uno no se esfuerza. Quizás esto pasa porque los medios son más rápidos ahora y nuestra generación está acostumbrada a tener todo rápido y sin esfuerzo. Yo creo que todo no es así y por eso hay que esforzarse”.