Ley de Autismo, garantizando derechos y promoviendo un cambio cultural
Esta semana concluyó la tramitación en el Congreso del proyecto de ley marco de protección e integración de personas con trastorno del espectro autista. Esto implica que la denominada Ley Tea será prontamente promulgada como ley de la República.
El texto propuesto fue enriquecido por indicaciones presentadas en el Senado en un trabajo coordinado con la sociedad civil y las comisiones unidades de Educación y Cultura y Mujer y Equidad de Género y Salud.
La normativa establece definiciones de conceptos como, por ejemplo, persona con Tea. Esta se entenderá como quienes presentan una diferencia o diversidad en el neurodesarrollo típico, el cual se manifiesta en dificultades significativas en la iniciación, reciprocidad y mantención de la interacción y comunicación social, al interactuar con los diferentes entornos. Así como también en conductas o intereses restrictivos o repetitivos.
Igualmente, se reconoce la existencia de personas cuidadoras de quienes presentan este tipo de trastornos.
En general, esta norma busca asegurar el derecho a la igualdad de oportunidades y resguardar la inclusión social de los niños, niñas, adolescentes y adultos con trastorno del espectro autista, eliminando cualquier forma de discriminación.
También apunta a promover un abordaje integral de dichas personas en el ámbito social, de la salud y de la educación; y concientizar a la sociedad sobre esta temática.
La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y los tratados internacionales suscritos por Chile en materias afines aseguran el derecho que tienen las personas con trastorno del espectro autista a una atención de salud pertinente a sus necesidades. El texto aprobado en el Congreso apunta a garantizar aquello tanto como avanzar hacia un cambio cultural en materia de integración.
Esta ley sentará un precedente importante respecto de las medidas contra la discriminación arbitraria y aspectos que son fundamentales como trato digno, autonomía progresiva, perspectiva de género; intersectorialidad, participación y diálogo social; detección temprana y seguimiento continuo y neurodiversidad.