A propósito de bosques y cuidados
Si bien es cierto Magallanes nunca se ha transformado en un referente en la explotación y cultura forestal de Chile, posee inmensas extensiones de bosque nativo, que junto a las regiones de Aysén, Los Lagos y La Araucanía, presentan las mayores reservas de bosque nativo de Chile. Demás está decir, que a medida que se avanza en latitud sur, la fragilidad de los ecosistemas es más intensa y que la riqueza de los bosques nativos es preciso conservar, por su aporte en diversos aspectos ecológicos y de aporte a la biodiversidad.
La presencia de masas boscosas en canales, al norte y poniente de la provincia de Ultima Esperanza, en la parte poniente de la provincia de Magallanes, en especial al sur de Punta Arenas, en la desconocida Península de Brunswick y al Sur de Tierra del Fuego e Isla Navarino.
Los datos duros, dicen según el último catastro entregado en 2021 por Conaf, existen 2.760.462 hectáreas de bosque nativo, lo que alcanza a un 20,5 % de la superficie terrestre de la Región de Magallanes y Antártica Chilena. Se agregan otras 7.438.525 de hectáreas correspondientes a praderas y matorrales, lo que significa un poco más de un 55% de la superficie total de la región. En síntesis un poco más del 75% del suelo de la región, es bosque nativo (aunque a ratos no lo veamos o queramos ver) y praderas y matorrales, es decir cubierta vegetal.
Las especies arbóreas predominantes, son la lenga o roble de Tierra del Fuego (nothofagus pumilio) con un 50% del bosque nativo magallánico, le sigue el coigüe de Magallanes (nothofagus betuloides) con casi un 38% de la masa boscosa regional y los siguen en menor porcentaje, el noble y duradero ciprés de las Guaitecas (pilgerodendron uviferum) y el Siempreverde (myoporum laetum). Caso especial son las colonias de canelos (drimys winteri) que se encuentran al sur de San Juan camino al cabo Forward y en áreas húmedas y frías de las islas del pacífico, al sur y poniente de Punta Arenas.
Como vemos la riqueza del bosque nativo en Magallanes es un patrimonio natural, que se debe preservar por los innúmeros beneficios ecológicos y estéticos y por su aporte a la vida y a su lucha de mitigación contra el cambio climático.
La pregunta luego de este breve paneo, donde hemos intentado ilustrar al lector, a través de las frías pero contundentes cifras del patrimonio natural con que contamos es ¿cómo estamos en materia de educación ambiental, cuidado de este patrimonio, equipamiento con el que contamos para la lucha contra factores que amaguen esta riqueza boscosa?
Para relativa tranquilidad, de las 2.760.462 hectáreas de bosques en Magallanes, al menos 1.246.418 hectáreas se encuentran en Areas Silvestres Protegidas (lo que no las libra de la acción humana irresponsable, como los incendios en el Parque Nacional Torres del Paine, ocurridos en 1985, 2005 y 2011). Sin embargo, grandes extensiones en el sur de Tierra del Fuego (comuna de Timaukel) y en el sur de la provincia de Magallanes (San Juan al sur) no se encuentran en áreas protegidas y lo más preocupante sin presencia permanente de la Corporación Nacional Forestal.
En el caso del mayor poblamiento de la región, como lo es, su ciudad capital regional Punta Arenas, el espacio natural de solaz y esparcimiento para sus 130.00 habitantes ha resultado por siempre, el sector de Fuerte Bulnes y San Juan, que con la pavimentación de la Ruta Sur y la alta y creciente motorización de la región, en un espacio de fuerte ocupación, en especial durante los fines de semana y los días de feriado y periodos estivales.
Incendios en el sector de San Juan han ocurrido, lo que gracias a Dios, no han superado las decenas de hectáreas quemadas, pero que de no mediar acciones tempranas, presencia de gobernanza e Institucionalidad en el lugar, pudieran lamentarse consecuencias mayores.
La prevención de los incendios, es una responsabilidad mayor en estas latitudes y en general donde existen bosques nativos por la demora en el crecimiento y en la eventual restitución de éstos. El Parque Rey Felipe, el Fuerte Bulnes y la riqueza paisajística del área boscosa y marina al sur de la península de Brunswick, lloran la presencia educativa, fiscalizadora y preventiva de la Conaf. El sector sur de Punta Arenas, tiene atributos escénicos y de riqueza en su biodiversidad como pocos en la región, lo que hay que cuidar y explotar civilizadamente. No esperemos siniestros o afectaciones por acción humana (corte de árboles, basura o inicio de incendios) y actuemos a tiempo. Aprendamos de lo que vemos y de las desgracias. Siempre es más barato e inteligente.