“De niña pensaba que mi papá era el Presidente de la República, por cómo la gente se acercaba a saludarlo con tanto cariño”
Al cumplirse 100 años del natalicio del deportista nacido en Punta Arenas, familiares del ex jugador de equipos profesionales como Unión Española y Colo Colo, viajaron desde Santiago para participar en los homenajes en recuerdo de este hombre sencillo y alegre que también vistió con éxito la casaquilla de la Selección Chilena.
Marisol Retamal González
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Es probable que las nuevas generaciones de futbolistas poco y nada sepan de Atilio Cremaschi Oyarzún (1923-2007). Este magallánico fue desde sus primeros años un destacado deportista. Y su nivel deportivo alcanzó tal fama que hasta la austral Punta Arenas llegaron los directivos del club Unión Española para invitarlo a integrarse a su equipo profesional de fútbol. Fue así como en 1941 emigró a Santiago y desde entonces desarrolló una intensa carrera en la primera división del balompié chileno, en la que convirtió inolvidables goles para quienes tuvieron el placer de verlo jugar.
Aunque la mayor parte de su trayectoria la realizó en Unión Española, también jugó por Colo Colo y ya, casi en el retiro, incursionó en Rangers de Talca, llevándose el cariño de la afición.
Treinta y siete años tenía cuando dejó el fútbol profesional acumulando una serie de recuerdos e historias que hoy sus hijos atesoran con alegría y emoción.
Fueron estos hijos que estuvieron recientemente en Punta Arenas para participar en los homenajes para su padre que este 2023 habría cumplido cien años de vida.
Varios de ellos también estuvieron en 2012 cuando la cancha de la Liga Popular, emplazada a un costado del puente de la Avenida Frei de Punta Arenas, fue bautizada como complejo deportivo Atilio Cremaschi Oyarzún. En esa actividad también participó la viuda del deportista, Angela Rubio Manzo, quien falleció hace nueve meses.
La descendiencia de Atilio y Angela suma cinco hijos, 25 nietos y 23 bisnietos.
Cuatro hijos del matrimonio -Angela, Teresa, Ana María y Carlos- conversaron con El Sofá sobre el significado de esta reciente visita a la región y el legado de su padre en el fútbol chileno.
“La gente de su época
siempre lo conocía”
“De niña iba al centro de Santiago con mi papá y mi mamá yo pensaba que mi papá era el Presidente de la República, porque era increíble cómo la gente se acercaba a saludarlo con tanto cariño”, cuenta Angela Cremaschi.
Su hermana Ana María coincide que “la gente de su época siempre lo conocía y lo recibía con mucho entusiasmo”.
Ambas comentan que nunca dejaron de sorprenderse del cariño que recibía su padre.
En su estadía en Punta Arenas los hermanos Cremaschi coinciden en que “hemos vivido una cosa tremenda, con una cantidad de emociones que están totalmente grabadas en nuestro corazón y nuestra alma y que, al igual que la vez pasada, cuando vinimos en 2012, es algo imborrable”.
Angela agrega que “uno siempre siente ese cariño acá y en mi ser estoy mirando la carita de mi papá sonriendo, porque él era un hombre tan dulce y tan sencillo. Era un hombre feliz de la vida y por eso es tan lindo este homenaje y nuestro agradecimiento hacia quienes lo organizaron”.
Por su parte, Carlos Cremaschi precisa que a su papá lo llevaron a Santiago dirigentes de Unión Española a jugar por el club hispano. Resalta que allá hizo una carrera destacada y a los 23 años ya estaba integrando la Selección nacional. Vistió durante 11 años los colores de Unión Española hasta que fue transferido a Colo Colo. Estando en Unión Española comenzó a asistir a actividades organizadas por la colonia hispana en Santiago y fue allí donde conoció a la que sería su esposa, doña Angela Rubio.
Entre los hitos de su carrera, los hermanos Cremaschi recuerdan que al finalizar el campeonato de 1953 se enfrentaron Colo Colo y Unión Española. Su padre jugaba por Colo Colo, pero meses atrás todavía formaba parte del club hispano. Los goles de su papá permitieron que Colo Colo ganara el encuentro y con el ello la final del torneo nacional de ese año.
“¿Y sabes qué es lo que pasó? Algo que yo creo que no ha ocurrido jamás: los jugadores contrarios, los que habían sido sus compañeros en la Unión Española, lo llevaron en andas por toda la cancha. Eso demuestra el respeto hacia el hombre que era mi papá”, expresa Angela.
Teresa dice que la fotografía que inmortalizó ese momento aparece cada cierto tiempo en El Mercurio, porque recuerda que fue el único jugador llevado en andas por el equipo contrario después de una final de un torneo de fútbol chileno. A su juicio, la imagen resalta la calidad humana de su papá y el fair play que había en el fútbol de esos años.
Cuando Atilio ya había dejado el deporte profesional aparece la solicitud de los dirigentes de Rangers de Talca para que se integrara a su equipo y los ayudara a mejorar su rendimiento en el torneo nacional. El problema era que el club no contaba con recursos para pagar su sueldo, por lo que le pidieron que lo hiciera gratuitamente y él aceptó. Se iba y volvía en tren desde Santiago a Talca.
Le regalaban cecinas de PF como retribución y jugó dos años por este equipo. Terminó de hacerlo antes de 1960, en la previa del Mundial de 1962 llevándose el agradecimiento de toda la comunidad talquina de la época.
Oscar Herrera, marido de Ana María, destaca la trayectoria de su fallecido suegro que jugó con grandes exponentes del fútbol, como Vicente Cantatore o el ex seleccionado argentino Angel Labruna.
Los hermanos Cremaschi se despidieron de Magallanes después de disfrutar de días de encuentro y de recuerdos centrados en su padre deportista. Lo del homenaje, recalcan, se convirtió también en una linda excusa para viajar a Punta Arenas y reencontrarse con sus familiares.
Hitos de Atilio Cremaschi en el fútbol
Atilio Cremaschi Oyarzún nació el 8 de marzo de 1923 y falleció el 3 de septiembre de 2007.
Su posición como jugador fue extremo o volante externo.
Jugó por Unión Española (1941-1952), Colo-Colo (1953-1958) y Rangers (1959-1960)
Con la Selección de fútbol de Chile, disputó la Copa Mundial de Fútbol de 1950 y los Campeonatos Sudamericanos de 1945, 1946, 1949 y 1953.
Cremaschi disputó 37 partidos con la selección de fútbol de Chile, de los cuales 27 fueron partidos oficiales y 10 amistosos.
Fue nominado por el húngaro Franz Platko, entrenador de la Selección chilena, para integrar el plantel que disputó el Campeonato Sudamericano de 1945.
En el Campeonato Sudamericano 1946, donde Chile fue cuarto, se inscribió con tres tantos, en 1949, convirtió otros dos.
En 1950 es elegido Mejor futbolista de Chile. Y en 1957 Mejor deportista del fútbol profesional chileno.
Es elegido por Alberto Buccicardi para integrar la nómina de la Copa Mundial de Fútbol de 1950. En ese torneo marcó tres de los tantos con los que Chile venció a Estados Unidos.
Emotivos homenajes desde
la mirada de un santiaguino
“Con ocasión de los 100 años del natalicio de don Atilio Cremaschi Oyarzún -Hijo Ilustre de esta austral ciudad- he asistido a sendos homenajes que han emocionado a las familias Cremaschi Rubio y Cremaschi Ojeda, de las que formó parte como cónyuge de la hija mayor del homenajeado, Ana María.
El primero llevado a efecto al atardecer, con arcoiris incluido, en el Estadio de la Confederación Deportiva de Magallanes, donde primeramente desfilaron la Escuela de Fútbol de la región y posteriormente se desarrolló un partido de fútbol femenino en que se enfrentaron Colo Colo y un representativo de esta ciudad.
En esta ocasión las autoridades deportivas y del gobierno regional tuvieron palabras laudatorias para don Atilio, agradeciendo el homenaje una de las hijas del excelso jugador, doña Angela Cremaschi Rubio por sí y representando a sus hermanos Teresa, Ana María y Carlos. Todos ellos agradecieron con la más profunda gratitud a Vladimiro Mimica, mentor de esta iniciativa, al gobernador y al club Colo Colo por su aporte decisivo en el éxito de esta inolvidable velada.
Pero esto no fue todo. La Ilustre Municipalidad de Punta Arenas, representada por su señor alcalde Claudio Radonich y los concejales presentes, rindieron homenaje en conmemoración por los 100 años del nacimiento del recordado jugador, en solemne ceremonia en la que se mencionaron sus primeros años en la ciudad patagónica y sus posteriores logros a nivel nacional e internacional.
No puedo desaprovechar la ocasión para destacar la belleza de Punta Arenas, de una limpieza inmaculada, con sus techos variopinto, sus anchas avenidas, monumentos insuperables y de gran significado y su cementerio con un dejo de los jardines de Versalles.
Todo lo anterior hace inolvidables esta ciudad que precede el encuentro de dos grandes océanos.
Finalmente, un agradecimiento especial a nuestra querida familia Hernández Cremaschi en toda su extensión, que han tenido la gentileza de cobijarnos en su bonita y acogedora casa”.
Gracias Punta Arenas
Oscar Herrera Valdivia
Abogado