“No pretendo quedarme con el conocimiento, quiero compartirlo”
Gregorio Martínez Letelier es Licenciado en Física de la Universidad Católica de Chile y actualmente se desempeña como profesor del colegio Helen Lee Lassen de Santo Domingo, donde da clases de física a alumnos de primero y segundo medio. Durante este año publicó su primer libro, titulado Física-mente, en él pretende enseñar esta rama de la ciencia de una manera que pueda ser comprendida por todos, entregando ejemplos cotidianos en los que está presente esta disciplina.
“La idea surgió porque me di cuenta de que mis alumnos no entendían lo que les explicaba, se les hacía muy difícil entender la materia”, señaló Gregorio Martínez. Es, por esto, que con el respaldo de su casa de estudios logró concretar este proyecto, el cual está acompañado de ilustraciones hechas por su amigo Álvaro Rozas Leiva.
En conjunto, se diseñó una estructura y material visual que fueran capaces de atraer la atención del público, en especial de los niños y jóvenes que se encuentran cursando esta materia en los establecimientos educacionales del país.
Gregorio presenta una condición física que fue producida al momento de su nacimiento, cuando el cordón umbilical se enrolló en su cuello, generando una asfixia, la cual desencadenó una parálisis cerebral. Esta causó secuelas, entre ellas, dificultad en el lenguaje y en el desarrollo motor, que le impide comunicarse y desplazarse con la misma velocidad que otros. Sin embargo, esto no impidió un desarrollo en su vida social, académica y científica.
“Cuando era pequeño, ningún colegio quería aceptarme, era difícil que aceptaran a niños con discapacidad, pero pronto encontré un lugar en un colegio, donde estudié de primero básico a cuarto medio. Posterior a eso, ingresé a la universidad, no fue fácil, requería de alguien que escribiera las pruebas por mí, las que, incluso, podían tardar hasta cinco horas, pero se logró, con bastante esfuerzo”, explicó Gregorio.
A pesar de las barreras que este profesor ha experimentado, ha logrado posicionarse dentro de los estudios de la física, aunque comenta que en la actualidad tiene otros planes investigativos, los cuales apuntan a estudios sobre fenómenos naturales, cómo se actúa ante ellos, cómo estos se desarrollan química y físicamente hablando, y cómo la población y las instituciones gubernamentales se preparan ante estas situaciones, que incluyen desde sismos, tsunamis, terremotos, etc.
La motivación que este joven profesor presenta recae mayoritariamente en la ayuda colectiva, en reforzar saberes y la pedagogía. “No pretendo quedarme con el conocimiento, quiero compartirlo, sacar la física a la calle, lograr que todos puedan comprender esta disciplina que está tan presente en nuestras vidas y que, por alguna razón, genera grandes complicaciones al momento de ser estudiada”, plantea.
Gregorio reconoce su historia como una de constante superación, que ha sido acompañada de gran apoyo por parte de su familia y las instituciones académicas y educativas en las que se ha desempeñado. Remarca, así, la importancia de creer en los sueños que cada uno tenga y de lo logrables que pueden ser aun cuando las situaciones circunstanciales en las que nos encontremos no faciliten nuestro desarrollo. “Es posible realizarse en aquello que creemos”, indica.