Necrológicas

“Tin y Tina”

Domingo 11 de Junio del 2023

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Guillermo Muñoz Mieres
Periodista

 

2023, España

Director: Rubin Stein

Protagonistas: Milena Smit, Jaime Lorente, Carlos González Morollón,  Anastasia Russo

En Netflix

“¿Por qué a mí?” grita Lola cuando en la cama del hospital le anuncian el mismo día de su matrimonio con Adolfo que ha perdido a los mellizos que esperaba y, peor aún,  ya no le será posible embarazarse.  La escena no es gratuita, porque en su cabecera se ubica un Cristo crucificado y entonces  el clamor de Lola se convierte en la  renuncia oficial a su creencia religiosa, porque es una pregunta que ningún católico que se jacte de serlo debe hacer jamás, ya que al decir “¿por qué a mí?” en realidad está diciendo “¿por qué no a otro?” y allí no hay resignación y tampoco mucho amor al prójimo.

Por eso con Adolfo acuden a un convento para adoptar y se encuentran por ¿casualidad? con Tin y Tina, dos hermanos de aspecto albino, más mayores de lo que desean, pero tiernos, raros y con un fervor y disciplina religiosa que enternece, a veces supera, y en otras asusta.

“Tin y Tina” es el nuevo éxito del cine español y que ha encontrado en el género del terror y el thriller un nicho a explotar, como en “El orfanato” (2007) o la reciente “Fenómenas” (2023); así como también en un cine de furor antirreligioso como el que profesaba grandes cineastas como Luis Buñuel, Luis García Berlanga y el contemporáneo Alex de la Iglesia, donde los símbolos del catolicismo son dados vuelta, hay sarcasmo y a la vez, quizás, un grito de advertencia.

La película en todo su trayecto narrativo y visual  es también un reciclaje de obras clásicas del cine de terror donde la maldad se presenta desde el mundo infantil, sea en la de una niña versión oscura de la “Risitos de oro” como en “La mala semilla” (1956), la presencia alienígena con los niños albinos de “El pueblo de los malditos” (1960) o la satánica como en “El bebé de Rosemary” (1968) y “La profecía” (1976).

Y a la vez, “Tin y Tina” intenta en su relato ser una metáfora del proceso de transición democrática de la España  tras el régimen de Franco, vista a través de los contenidos televisivos. Así se explica que cuando Lola sufre su pérdida, ocurre el intento de Golpe de Estado que encabeza el teniente coronel Tejero en 1981, posteriormente los programas de entretención que adornarán la parrilla televisiva y, como tesis final, la imagen de un joven Felipe González llegando a presidir el gobierno español que anuncia el fin de la transición.

La película está construida con una atmósfera visual de planos cargados de contrastes donde se combinan la ambigua inocencia religiosa con los rostros de Tin y Tina y que en sus acciones de juego y complicidad rozan al terror con la comedia negra, produciendo una extraña sensación donde, a pesar de  lo predecible que pudiera ser el guión para alguien conocedor del género, la inversión de que la presencia del mal se genere desde el catolicismo y no en su antítesis- satanismo, exorcismo o vampirismo- le confieren una idea transgresora donde el castigo y la culpa es la norma. La otra posible lectura es política y podría resumirse en que toda transición democrática desde una dictadura se lleva algo de ella para siempre. Hay para elegir.

Lo cierto es que más allá de ciertos vacíos argumentales,  manipulación excesiva del relato y reciclaje de otras películas del género, “Tin y Tina” atrapa por lo novedosa de su propuesta, visualidad y porque de vez en cuando hace llevarnos las manos a la frente para que ojalá no suceda lo que ya sabemos sucederá. Y cuando eso ocurre quiere decir que la película funciona y que es mejor ni siquiera pensar en decir “¿Por qué a mí?”

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