Liga Marítima llama al canciller a intervenir en polémica por vino que identifica como argentino al Cabo de Hornos
A través de una carta abierta, la Liga Marítima de Chile hizo un llamado al ministro de Relaciones Exteriores, Alberto van Klaveren, a intervenir en la polémica generada por un vino argentino que se denomina Cabo de Hornos y que, a través de su etiqueta da a entender que ese sitio geográfico pertenece a la soberanía trasandina.
En la misiva, la Liga Marítima de Chile llama al canciller “a tener la máxima precaución y a utilizar todos los instrumentos que otorga el derecho internacional, para difundir, ilustrar y así despejar cualquier duda, que, en la comunidad internacional, pudiera surgir sobre la soberanía chilena del Cabo de Hornos”.
La entidad señala que el 13 de julio fue informada sobre la comercialización de un vino de origen argentino en cuya etiqueta se puede apreciar que bajo el nombre de Cabo de Hornos aparece la palabra Argentina y más abajo un faro, rodeado de grandes olas. Advierten que “esto, naturalmente, tiene el potencial de inducir al consumidor y a la opinión pública en general a una identificación errónea de la referencia geográfica Cabo de Hornos, adoptada como marca comercial, con una supuesta soberanía argentina sobre ésta, más que centenaria posesión chilena”.
Por ello es que plantean que lo ocurrido es “una buena oportunidad para recordar a la comunidad, tanto nacional como internacional, incluido especialmente nuestro vecino del este, un hecho indiscutible, cual es el pleno y absoluto dominio de Chile sobre dicha zona”. Mencionan que el Cabo de Hornos pertenece administrativamente a la comuna de Cabo de Hornos, cuya capital se ubica en Puerto Williams, cabecera también de la provincia de Antártica Chilena, perteneciente a la Región de Magallanes y de la Antártica Chilena. Precisan además que en esa zona austral la Armada de Chile mantiene una permanente atención a las posibles emergencias que se puedan dar durante el paso de embarcaciones que transitan de forma particular o insertas en eventos deportivos náuticos, así como también los buques que usan esta ruta de forma comercial o como entrada a la Antártica.
Y, entre otros argumentos, advierten que “la leyenda escrita al final de la misma etiqueta, que alude a un supuesto encuentro entre los océanos Pacífico y Atlántico, es absolutamente ajena a la realidad geográfica y jurídica, pues quedó claramente establecido en el artículo 9° del Tratado de Paz y Amistad con Argentina, de 1984, que ‘las partes acuerdan denominar”mar de la Zona Austral el espacio marítimo que ha sido objeto de delimitación en los dos artículos anteriores, aludiendo, precisamente al espacio del pretendido encuentro oceánico”.
Fue el ex comandante en jefe de la Armada, almirante (r) Edmundo González, quien advirtió a través de su cuenta de Twitter sobre la “frescura de este producto argentino, al etiquetar un vino argentino con el nombre de un Cabo que ¡ha sido siempre chileno!”, agregando que “las transgresiones territoriales comienzan siempre con pequeños detalles que nadie pesca”.
Por su parte, la diputada del Partido Republicano, Chiara Barchiesi, compartió la publicación y coincidió con el almirante en retiro, recalcando que “es una falta de respeto inaceptable, porque este detalle es una forma de ir corriendo el cerco. La soberanía de Chile sobre Cabo de Horno nunca ha estado ni estará en entredicho”.
Alcalde Radonich:
“Espero que haya reclamos”
El alcalde de Punta Arenas, Claudio Radonich también entró a la polémica. “¿Qué hubiera pasado si hay un vino Fitz Roy Chile o Laguna del Desierto Chile? ¿Qué pasa con la Cancillería argentina? Yo creo que hubiera reclamado de inmediato. Acá yo espero que haya reclamos. Acá hay un tema de fondo que es la poca convicción del Estado de Chile en los últimos 30 años, que es la de “desantarticarnos”, reflexionó el edil.
Insistió en que Chile debe resaltar que es un país tricontinental. Mencionó lamentables ejemplos como los planos que se hacen no incluyen a la Antártica como el que se encuentra en el Centro Interactivo de Juegos y Movimiento (Cijum) de Punta Arenas, que no ayudan a generar una identidad y una relación de la comunidad con el continente blanco.
Por ello espera que la Cancillería esté a la altura de reclamar por intereses chilenos que van más allá de las actuales generaciones.