Necrológicas

Los problemas reales de la gente

Por Carlos Contreras Martes 1 de Agosto del 2023

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Cada cierto tiempo es bueno recordar la que ha sido frase muletilla que cualquier político, de cualquier sector, de cualquier ideología y de cualquier condición de género, emplea cuando requiere distraer la atención de la opinión pública, llámese medios, organizaciones sociales o grupos de opinión de un problema que le queja y que puede tener transcendencia política, frase que generalmente va acompañada de otras frases, también, hechas. Ejemplos de esta situación hay muchos y sólo evidenciaré algunos sin mayores detalles ni individualizaciones porque esta no es una columna de denuncia, sino que, de opinión: “no voy a opinar sobre la prisión preventiva decretada respecto del señor xxxxx (probablemente un compañero de partido), pues estoy preocupado de los problemas reales de la gente y, por lo demás, hay que dejar que las instituciones funcionen”; “no me voy a referir a los negocios o pagos efectuados a tal o cual corporación porque estoy preocupado de los problemas reales de la gente y no me consta la efectividad de los hechos que se me plantean”.

La realidad es que me asusta constatar que aún se emplean estas expresiones y que, de algún modo, siguen siendo consideradas por las personas como si efectivamente ello ocurriera cuando la realidad te dice exactamente lo contrario y, de muestra, unos botones: a) más de 10 años que la reforma previsional está en discusión en el Parlamento y, así como va, no se visualiza la posibilidad que concluya y lo haga de buena manera; b) más de 10 años duró la tramitación de la Ley de Matrimonio Civil que consagró el divorcio y que, a pesar de su entrada en vigencia, no afectó el núcleo de la familia ni la destruyó; c) reforma al Código Penal con más de diez años y diversos proyectos al respecto.

Lo más triste es que, efectivamente la reforma previsional no puede ser más pertinente en cuanto a que se trata de un problema que constituye el corazón de los problemas reales de la gente, pues, si la jubilación de una persona no es, a lo menos, su problema real, ¿cuál podría serlo?

Lo más complejo de todo esto es que existen cuestiones que no han sido ni siquiera objeto de regulación y que tienen una relación directa con los problemas reales de la gente: a) modificación de las normas que regulan a las municipalidades y las diferentes exigencias en materia de compras públicas, transparencia y responsabilidad administrativa de modo tal que dichas normas permitan una gestión más eficiente considerando la menor cantidad de recursos, de personal y las circunstancias asociadas al emplazamiento geográfico y humano en el cual se encuentra la respectiva municipalidad con el objeto de ajustar la realidad a las exigencias y, por ende, al servicio de las personas; b) la necesidad, ya urgente, de contar con una judicatura, un tribunal especializado en derecho administrativo que resuelva los problemas entre la administración y los ciudadanos, así como entre los funcionarios y el Estado, que permitan resolver situaciones de manifiesta injustica que hoy se cumplen de manera más que encomiable por las Cortes de Apelaciones por medio de loas acciones constitucionales de protección.    

Es difícil avanzar si no existen acuerdos en materias tan determinantes y que se conectan directamente con los problemas reales de la gente y, a pesar que he tenido una formación política ideológica en mi vida, me tiene cansado y agotado, que se sigan con los mismos discursos, las mismas actitudes y se siga pensando que los problemas reales de al gente se solucionan con el bono marzo bono ivierno y bono de fin de año.

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