Doña Javiera Carrera, Madre de la Patria. Hermosa, fina y valiente.

El 18 de septiembre de 1810 en la ciudad de Santiago, se constituyó el Cabildo Abierto, del cual surgió la Primera Junta Nacional de Gobierno, así nace la “Patria Vieja” que duró hasta 1814 cuando se inicia la reconquista española. La Independencia de Chile se proclamó el 12 de febrero de 1818. Valga lo anterior, para aclarar entonces que el 18 de septiembre celebramos el establecimiento de la Primera Junta Nacional de Gobierno.

Es preferentemente en estas fechas cuando se habla de “Los Padres de la Patria” o, de los “Héroes Patrios”, algunos con mayor reconocimiento oficial, otros los más queridos por el pueblo, pero como sea, poco se alude a las “Madres de la Patria”, que sí las hubo. Al referirnos exclusivamente al proceso de la independencia y recurriendo al historiador Vicente Grez (1847-1909) en su texto “Las Mujeres de la Independencia” (1878) nos encontramos con Ana María Cotapos, Javiera Carrera, Luisa Recabarren, Agueda Monasterio, Rosario Rosales, Mercedes Fontecilla, Paula Jaraquemada, Manuela Rozas, María Cornelia Olivares, Candelaria Soto o Antonia Salas; Grez también se ocupa de “Las heroínas anónimas”, aquellas que no tendrán ningún tipo de figuración. En el primer capítulo de su libro resalta entre las mujeres el sentido del deber, el amor a la patria, a la libertad y lamenta que a ellas no se les haya levantado estatuas, como se hiciera con los hombres: “¡Tal vez esas virtudes solo se recompensan en los hombres, porque son mas escasas entre ellos!”.

Javiera Carrera (1781-1862) nació y murió en Santiago de Chile. Proveniente de aristocráticas familias su padre fue don Ignacio de la Carrera y de las Cuevas y su madre doña Francisca de Paula Verdugo Fernández de Valdivieso y Herrera. Los Carrera – Verdugo fueron siete hermanos; los tres primeros murieron a temprana edad, luego vendrían Javiera, Juan José (1782-1818) José Miguel (1785-1821) y Luis (1791-1818) todos patriotas, llegando José Miguel a detentar el Mando Supremo de la Nación. En 1796 contrajo matrimonio con Manuel de la Lastra y de la Sotta, de quien enviudó en 1798, para luego casarse en 1800 Pedro Díaz de Valdés; tuvo seis hijos.

Algunos de quienes ya traspasamos las seis décadas de vida fuimos educados en la visión masculina de la historia y en esta materia como en otras -aunque parezca increíble- la cultura popular nos aportaba los conocimientos e inquietudes que no nos daban los libros y así fue con Javiera Carrera y así también pensamos cuanto le debemos al músico y profesor normalista Rolando Alarcón, quien en 1963 le rinde homenaje con esa conocida resfalosa (baile de la colonia) que lleva su nombre: “Doña Javiera Carrera”: “…su patria libre quería/ La independencia de Chile la soñaba noche y día”.

Volviendo a Grez, éste alude a “Los salones de 1810” que se constituyeron en “Academias Revolucionarias” y califica al salón de Doña Javiera Carrera como el “Verdadero hogar de la Revolución”, donde se desplegó por primera vez la bandera de la “Patria Vieja” que ella bordara. Allí se realizaban las reuniones y Doña Javiera incentivaba a otras mujeres a plegarse a la causa revolucionaria y en su casa escondía soldados y armas cuando era necesario. Mujer de una amplia cultura y sólida formación cristiana, obstinada, de fuerte carácter, fue determinante en las acciones de sus hermanos y fue junto a ellos, líder y mártir del proceso revolucionario.

Luego de la derrota de Rancagua en 1814, Javiera Carrera abandona marido e hijos y se va a Mendoza y Buenos Aires en las Provincias Unidas del Río de la Plata (actual Argentina). Allí debió soportar diversas penurias y enfrentar el dolor de perder a sus hermanos que fueron fusilados en Mendoza en 1818 (Juan José y Luis) y en 1821 José Miguel. En 1824, tras la abdicación de O´Higgins, regresa a Chile y se recluye en su Hacienda de El Monte dedicándose a la vida doméstica y a las obras de caridad.

En Chile no hay una sola estatua que recuerde a esta gran patriota, sólo un busto a los pies del Cerro Santa Lucía y otro en la localidad de Paine, pero su presencia se perpetúa en la memoria del pueblo: 

“Cuando flamea en el viento orgullosa la bandera / en sus pliegues se refleja su rostro Doña Javiera”.

Fuentes:

– www.memoriachilena.gob.cl (sitio de la Biblioteca Nacional).

– “Javiera Carrera y la formación del Chile Republicano”; Soledad Reyes del Villar.

– “Las Mujeres de la Independencia”; Vicente Grez.

– “Dona Javiera de Carrera”; Benjamín Vicuña Mackenna.

Los textos de Grez y Vicuña Mackenna están disponibles en www.memoriachilena.gob.cl .