Formalizaron a gerenta de hotel utilizado de pantalla para el tráfico de drogas

La Fiscalía reformalizó ayer a dos de los 12 imputados investigados por el mayor delito de narcotráfico desbaratado por la PDI en Punta Arenas, en la llamada “Operación Confederación”.

Vía telemática se conectaron desde la cárcel Johan Jairo Gil García y Daniel Fernando Sumarett Leiva, ambos en prisión. Más la ciudadana dominicana Luisa Reyes, desde su domicilio particular.

En el caso de los dos primeros, el fiscal Ricardo Torres Bozo aclaró que la audiencia era para reformalizar. Y a la ciudadana extranjera para formalizar. A todos por el delito de “lavado de activos”.

Antecedentes

La investigación policial y de la Fiscalía estableció que Gil García y Sumarett Leiva adquirieron un inmueble, correspondiente a un predio de 1.200 metros cuadrados, del lote 10, situado en el Ruta Y-530, por 17 millones y medio de pesos, el año 2019.

“El imputado (Sumarett) no cuenta con ingresos que le permitan realizar esta adquisición. Por cuanto su única fuente conocida de ingreso es la proveniente del tráfico ilícito de drogas”.

Para la compra suscribió un documento simple que no fue notariado ni inscrito en el Conservador de Bienes Raíces. Esto último, según  la Fiscalía, “constituye una maniobra de ocultamiento del bien raíz, al no ser registrado en la institución que permite llevar el control, para las entidades fiscalizadoras, de control y registro.

Debido a las detenciones producidas por la Operación Confederación, “Johan Gil y Daniel Sumarett no siguieron cancelando la propiedad, por lo que a través de terceras personas, solicitaron la devolución del dinero cancelado, dejando sin efecto el negocio”.

Hotel Pardo y Shackleton

El fiscal Torres dio cuenta de que Johan Gil utilizó como “testaferro” (persona que aparece como titular en un negocio o contrato, cuando en realidad sólo presta su nombre a otro que es el verdadero negociador o contratante) a la ciudadana dominicana Luisa Reyes (pareja de Roberto Corporán Beltrán, actualmente en prisión por la misma causa de tráfico de drogas Confederación) para constituir la razón social ‘Hotel Pardo y Shackleton’, donde la mujer figura como “única social, representante y gerente general de dicha sociedad”. Esto se concretó el 17 de febrero de 2022, “siendo el objetivo de la sociedad hotelera el hospedaje temporal, entre otros”.

Pero en esa fecha, según dio cuenta el fiscal, Johan Gil se encontraba en prisión y por ello utilizó a la mujer “para seguir explotando y usufructuando del inmueble ubicado en Avenida España Nº728, de propiedad de un tercero, así como de los productos bancarios vinculados a esta sociedad”.

Amenazas desde la cárcel

Como la adquisición de la propiedad en la Ruta Y-530 pactada en cuotas no se concretó, debido a las detenciones en esta causa de narcotráfico, “Gil García se comunicó telefónicamente desde la cárcel con el vendedor a quien le manifestó que debía devolverle la plata”. Le dijo en tono amenazante que tenía que encontrar la manera de pagar, de lo contrario ellos verían la forma de cobrar el dinero.

Asustado el hombre devolvió 6 millones de pesos, de los cuales
4 millones 200 mil pesos los entregó en efectivo a dos mujeres que concurrieron de parte de Gil García. Más un millón 800 mil pesos que canceló mediante transferencias, dos de ellas a la cuenta corriente del Hotel Pardo y Shackleton.

Aumento de plazo

En dos meses se amplió el plazo de cierre de la investigación del caso Confederación, como lo solicitó el fiscal titular de la causa,
Manuel Soto.

Nunca antes visto en Punta Arenas el modus operandi de la banda más grande detectada en Magallanes, que incluso planificaba comprar un avión para sacar de Magallanes la droga que empezaban a fabricar a escalas mayores.

Todo comenzó con la interceptación por parte de la Brigada Antinarcóticos de la PDI de dos encomiendas destinadas a Punta Arenas. 

Estas venían con 5 kilos de cafeína, 11 kilos de celulosa microcristalina, un kilo de estearato de calcio, cerca de un kilo y medio de creatina y dos litros de acetona, compuestos utilizados para la confección de “éxtasis”, entre otros usos. Esta fue la “punta del iceberg” de lo que se venía.

En la desarticulación de la banda cayeron 18 personas, la banda multinacional más grande dedicada al tráfico de drogas en Punta Arenas y Santiago, integrada por 11 colombianos, dos dominicanos, cuatro chilenos y un peruano.

Las detenciones fueron simultáneas, el 25 de noviembre, y la formalización de cargos se realizó el martes 30 de noviembre de 2021.

Finalmente 17 personas quedaron en prisión y una con arresto domiciliario nocturno.